Guardián de mármol

Carrara es famosa por el destello que nace en las entrañas de sus montañas en los Alpes Apuanos. Una poderosa roca blanca, llamada mármol que ilumina el horizonte y encandila desde hace siglos al que lo observa, quizá por ese seductor resplandor, el gran Michelangelo, decidió que dos de sus obras maestras más importantes, el David y la Piedad, fueran talladas e inmortalizadas sobre esa exuberante piedra que mal utilizada es capaz de arruinar la estética de cualquier escenario. Por ello, al mármol hay que tenerle respeto y apreciar sus bondades, sin excesos, porque este noble mineral puede crear las más impresionantes obras o puede perder su carisma si se abusa de su presencia.

En casa de los Buffon, a pesar de vivir en Carrara, sólo el piso del baño era de mármol, salió muy barato porque para los locales existen todo tipo de ofertas y características, digamos que no necesitaban el material de exportación. Minutos interminables de espera pasaban los miembros de la familia cada vez que era hora de bañarse. Porque Guendalina y Verónica, voleibolistas y hermanas mayores de Gianluigi, tomaban mano desde temprano y esto convertía en un calvario cada mañana la fila para entrar al cuarto de aseo personal.

Fanático del Génova, ‘Gigi’,  como le decían al pequeño flaco de ojos centelleantes sus compañeros de escuela porque lo encontraban parecido con Topo Gigio, sólo pensaba en jugar futbol en la calle con sus amigos. “Colocábamos piedras que eran las porterías y el partido se detenía cada vez que pasaba un auto. Tardes interminables e inolvidables, llenas de sueños” contó para Tuttosport.

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