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Opinión

Con el reglamento en la mano

2019-05-30 | ALBERTO BERNARD
ALBERTO BERNARD
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Mito: La Liguilla es lo más emocionante del torneo.

Realidad: De las seis eliminatorias directas que se jugaron previo a la Final (cuatro de Cuartos y dos Semifinales), cuatro se definieron por el criterio del desempate del reglamento.

Este dato nos demuestra que nuestro sistema de competencia fomenta la ley del mínimo esfuerzo, ya que abrazándose al reglamento y con la tabla de posiciones en la mano consiguieron su pase a la siguiente ronda.

De los 13 partidos en Liguilla, nueve se definieron por un gol (de los cuales ocho fueron 1-0), dos terminaron empatados y sólo dos tuvieron diferencia de dos goles.

Se puede aceptar juegos cerrados por lo que se está jugando, pero a los encuentros también les faltó emoción.

En la ronda de Cuartos de Final se promediaron dos goles por partido (2.3), en Semifinales bajó a uno por juego y en la Final, en 180 minutos, sólo hubo uno.

Los tiros a gol también nos pueden servir como un termómetro para conocer qué tanto se juega ofensivo en nuestro futbol.

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En los Cuartos de Final por partido se generaron ocho tiros a portería, en Semifinales bajó a 6.5 y en la Final consiguió su punto más alto al casi llegar a nueve (8.5). Como conclusión tenemos que en partidos donde sólo te sirve ganar, los equipos buscan el marco rival. Por eso, en la Final los dos buscaron en mayor número el marco rival.

De las 23 anotaciones que se marcaron, 50% fue con el pie dentro del área, 25% con la cabeza y 12.5% fueron autogoles.

Conclusiones: Los criterios de desempate en el reglamento se han convertido en un recurso para los equipos. En esta Liguilla, más que nunca, los entrenadores pusieron a jugar a las reglas. Queda claro que es necesario cambiar la reglamentación para empujar a los equipos a buscar la portería rival.

Un campeón que unicamente marcó cuatro anotaciones nos habla que los goles no son tan necesarios en nuestro futbol para ser campeón y como dicen, goles son amores para el aficionado.

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