La herencia del Mundial
Mito: La Copa del Mundo marca la tendencia y actualidad del futbol.
Realidad: Juan Carlos Osorio, técnico colombiano, no estaba equivocado advirtiendo que en el Mundial la táctica fija sería fundamental.
Setenta y tres de los 169 goles que se anotaron en los 64 partidos fueron a balón parado; 26 de tiro de esquina, 22 de penalti, 17 en cobro de falta, seis en tiro libre directo y dos en saque de banda.
Así que comparándolo con las anteriores Copas del Mundo, el salto es impresionante en este aspecto: en Rusia, 43 por ciento; en Brasil, 29 por ciento; en Sudáfrica, 32 por ciento; y en Alemania, 37 por ciento.
También fue importante cómo cada vez se juega más tiempo efectivo en este Mundial; se promediaron 57.6 minutos con el balón en movimiento.
También llama la atención la cantidad de goles que se marcaron más allá del minuto 90. En este torneo fueron nueve en total, hace cuatro años se anotaron cuatro, en el 2010 uno, y en 2006 fueron dos.
Otro aspecto que se mejoró fue en el promedio de faltas por partido, ya que en 2006 el promedio llegaba casi 40 infracciones por encuentro, 12 años después el promedio bajó a 27.1 faltas por juego, aunque hay que tomar en cuenta que los árbitros fueron más permisivos en las entradas y choques.
En el aspecto físico también se dieron unos datos para analizar, ya que en 64 partidos recorrieron 13 mil 438 kilómetros, lo que nos da un promedio de 209.968 kms por juego, lo que nos da el número de 10 kms como la distancia que corre cada jugador en promedio por cada 90 minutos.
En el tema de los penaltis, se marcaron 29, de los cuales 10 fueron cortesía del VAR y se fallaron siete.
Conclusiones: Vivimos una Copa del Mundo donde el desgaste físico fue grande, por eso se marcaron tantos goles en la compensación, el VAR decidió bastantes juegos y los árbitros intentaron llevar partidos fluidos, por lo que marcaron menos infracciones y la táctica fija ya es algo que rebasó los estándares normales, pues cuatro de cada 10 goles fueron en jugadas planeadas.
Ganaron los que menos tiempo tuvieron el balón. Demasiado músculo y los artistas trabajaron con el overol puesto. El que no corre y no mete, no juega.
