A propósito del Día del Niño, ¿cómo hacerlos ganadores?

¿Qué tan competitivos debemos formarlos? No hay recetas únicas, lo sabemos. Sin embargo, sí podemos explorar el efecto que tienen nuestras actitudes como padres en torno al tema de ganar. 

Algunas acciones a cuidar:

1. La presión excesiva al momento de jugar. Los papás que se creen los directores técnicos y desde fuera les gritan a los niños, se molestan e insultan. En cualquier deporte hay que darles su espacio.

2. Confundir al rival con un enemigo. Cuando la pasión se desborda y pensamos que el equipo de enfrente debe ser odiado, se pierde la perspectiva de que para niños eso sigue siendo un juego. 

3. Transmitir la frase del gran Vince Lombardi (entrenador triunfador de futbol americano de los Green Bay Packers durante los años 60): “Ganar no lo es todo, es lo único” y querer que lo apliquen en todas las áreas de su vida, puede resultar en una obsesión enfermiza de ganar y dejarán de disfrutar muchos aspectos de su vida. 

4. Sufrir de más cuando se pierde. Esto modelará los niños el quedarse estancados en la derrota y como ya lo comenté en esta columna, la recuperación frente fracaso es fundamental en el éxito.

Algunas acciones a promover:

1. Hablarles con frases afirmadoras que les permitan crear un buen autoconcepto sobre sí mismos, es decir, las imágenes que van creando sobre su propia percepción que finalmente construirán su autoestima.

2. Capitalizar el éxito, celebrar cuando se gana o se desempeña muy bien en el deporte que practique, el conservarles recuerdos en imágenes que a futuro les serán muy útiles.

3. Mostrar respeto por otros que son mejores, mantener la humildad y la perspectiva de que no importa lo bueno que seamos, siempre habrá alguien mejor.

4. Buscar equipos acordes a su potencial para que tengan un buen nivel de exigencia, pero puedan también destacar desde niños. Es decir, buscar oportunidades en las que puedan tener éxito.

5. Respetarlos en sus elecciones respecto al deporte, arte o cualquier otra disciplina en donde se sientan bien y se desempeñen mejor. 

6. Darles contención para que no abandonen el deporte por flojera o por la computadora. Los niños y jóvenes requieren apoyo para que con firmeza y con amor los mantengamos en la formación de hábitos.

Queridos lectores, impulsemos a los niños a soñar, a pensar en grande y dejemos que jueguen y aprendan a ganar y perder.