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Opinión

Alejandro Molina Bortoni

Experto en psicología y desarrollo humano que trabajó con la Selección Mexicana durante el proceso de Ricardo La Volpe. Molina llevará los lectores todo lo relacionado a la psicología y el deporte.

El músculo del éxito se llama rigor interno

2019-01-03 | Alejandro Molina Bortoni
ALEJANDRO MOLINA BORTONI
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¿Cuál es la energía que necesitamos para lograr lo que nos propongamos este 2019? Le llamo rigor interno. Es la fuerza que tenemos para dominar la voluntad, el músculo del éxito. Esta clase de energía es la base de la autodisciplina, que es la capacidad de someter deseos en función de metas a futuro. Es esa energía maravillosa que nos da satisfacciones a largo plazo, es saber pagar el precio en el presente para recibir beneficios a futuro.

Es importante aclarar que el rigor interno no es una energía que se tenga o no, no es absoluta, esa fuerza se desarrolla por áreas de nuestra vida y casi todos tenemos alguna en la que tenemos que aplicarnos con mayor esfuerzo. Por ejemplo, al que ya conquistó el levantarse a correr es fácil idealizarlo como una persona que tiene rigor, pero habrá que explorar qué tal es para el ahorro, la comida, terminar la tesis, aprender un idioma, ponerse a estudiar o leer. Cada uno de nosotros tiene áreas de conquista en donde tiene que aplicar la fuerza del rigor.

Una forma de activar el rigor es con del segundo heroico; es el momento preciso en que tenemos que movernos para salir de la desidia, evitar el “ando en eso, ya merito, de que se hace se hace”, y todas esas frases, para postergar lo que debe hacerse ya, de forma inmediata. Es crear ese momentum o esa acción inmediata que precipita el actuar decididamente en función de la meta. Es generar esa acción masiva, como le llama Anthony Robbins, al decididamente iniciar con algo.

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Otro buen ejemplo para entender el rigor, implica lo que en el futbol americano se le llama el segundo esfuerzo; ese que sólo se puede desarrollar con arrancones al final de la práctica cuando aparentemente ya se había terminado de entrenar. Es someternos a nosotros mismos para ir más allá cuando aparentemente estamos cansados o agotados.

La buena noticia en todo esto es que tras algunas semanas el rigor se convierte en un hábito que hace que el esfuerzo sea menor ya que forma parte de nuestras acciones cotidianas y aún mejor, con el paso de los años los hábitos se van convirtiendo en virtudes y ya Aristóteles lo decía: la virtud es el medio para ser feliz.

Estimados lectores, les deseo un 2019 lleno de propuestas y oportunidades de cambio para que logren todo lo que se propongan. Apliquemos el rigor interno desde el inicio del año para que las metas se hagan realidad.

“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.

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