Ponerse la camiseta

A propósito del Clásico Pumas vs América y de todas las emociones que genera la pasión de ser admirador de un equipo, quisiera reflexionar sobre la importancia de ponerse la camiseta.

Cuando observamos el fenómeno de la pasión con que se vive una competencia y las diferentes reacciones que genera el ganar o perder, alegrarse o entristecerse, ser parte de una comunidad y apoyar un equipo de forma incondicional, resulta evidente que debemos explorar por qué es importante tener puesta la camiseta.

¿Qué beneficios tiene la pasión por un equipo y, sobre todo, por los equipos de los que formas parte?

Ponerse la camiseta implica ser parte de, estar comprometido con un grupo de personas, con una visión, con un objetivo común. Los que no se ponen la camiseta simplemente no se apropian del sueño, no se adueñan de los objetivos que se esperan de ellos, colaboran de forma mediocre y probablemente apática. En cambio, cuando te pones la camiseta, te fusionas con los objetivos del equipo y con lo que quiere lograr la organización. Te ilusionas con ver a tu grupo triunfar. Das tu mejor esfuerzo.

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La afiliación es un elemento clave en la motivación personal. Cuando eres parte de algo más grande y trascendente que tú mismo, se activan razones y emociones que te harán dar más de ti porque aprecias a un grupo de personas. Si no te sientes apasionado por ningún proyecto, te sugiero que explores cómo activarte a través de elegir un equipo y dar seguimiento a sus resultados semana a semana. Sumarse a una porra, apoyar a otros, ser parte de un colectivo en función de un propósito. Más importante aún, es alinearte con el equipo al que perteneces o de plano buscar otro sitio donde te sientas comprometido y puedas asumir los retos como propios. Todos hemos experimentado el maravilloso sentimiento de ver jugar a nuestras selecciones mexicanas en cualquier disciplina deportiva, apoyarlos y unirnos al sueño de verlos triunfar.

Estimado lector, si te dan una pijama con el logotipo de la empresa en que trabajas o del equipo del que eres partes, ¿te la pondrías por la noche? Si la respuesta es no, reconsidera tu relación con la organización en la que colaboras, quizás estés resentido y esa condición no te permitirá dar lo mejor de ti. Si la respuesta es sí, felicidades, has logrado ponerte la camiseta y apropiarte de un proyecto común. Si te sientes orgulloso de portar el logo del equipo al que perteneces, disfrutarás mucho más de tu trabajo y obtendrás mejores resultados.

“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.