Van por el récord infame

El Veracruz está a dos partidos de romper la racha del equipo inglés Derby County, de 32 partidos sin ganar de manera consecutiva. Los escualos hoy acumulan 31 sin victoria.

¿Qué pasará en la mente de un jugador que vive una racha de este tipo?

Asumamos que todos los días practica con tesón, se prepara físicamente, se alimenta sanamente, descansa de forma adecuada. Invierte una semana entera para preparase con el oponente para perder una y otra vez.

Es obvio que la evidencia de las derrotas constantes, afectan profundamente las creencias de quien las vive. ¿Qué explicación podemos dar a una situación como ésta?

Cuando pierdes consecutivamente o fracasas en un proyecto tras otro, poco a poco vas perdiendo la fuerza interior. Las dudas y la inseguridad hacen presa de los pensamientos y disminuye el potencial en la ejecución.

La mente se pregunta de si realmente deberíamos de continuar con la competencia y se preocupa en encontrar cuál es el problema, ya que, por más que se intenta, no hay manera de alcanzar el tan deseado triunfo.

Es importante trabajar por transformar esas ideas y no sólo seguirlo intentando en el campo de juego. Por un lado, la aceptación contundente de la situación es muy importante, el ser realista y reconocer que se requieren cambios profundos no sólo en la tarea cotidiana del deporte, sino en todo el sistema que rodea al jugador.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: SI TE CREES EL FAVORITO, LO SERÁS  

El aspecto psicológico por supuesto que es fundamental, pero en realidad, son los líderes de los equipos los que no lo ven como algo prioritario. Es falta de conocimiento de lo mucho que el aspecto mental puede influir realmente y de los grandes avances que la psicología del deporte ha tenido. No es mala voluntad, es un profundo desconocimiento.

En el terreno cotidiano, fuera del futbol profesional, quien haya vivido una situación similar tiene dos caminos: El primero es cambiarse de Liga en el deporte, aceptar que la aspiración es mayor que la capacidad que se tiene.

Específicamente con niños y jóvenes es importante que compitan en espacios donde sus talentos puedan dar frutos y por consiguiente fortalezcan su autoestima. El segundo, si se quiere seguir compitiendo en las mismas circunstancias, es cambiar radicalmente el enfoque técnico y táctico, ya no sólo se trata de un segundo esfuerzo. Para detener la racha perdedora hay que hacer un análisis profundo de las circunstancias y ver si pueden ser modificadas.

Hacer un ritual de cambio en el que se dialogue sobre la importancia de seguirlo intentando, preparándose para lograr el máximo nivel que se tenga y con apertura a los resultados. Tendríamos además que asegurarnos de que hay suficiente fortaleza interior para asumir las consecuencias si se volviera a perder y no desfallecer. Si no se tiene, hay que girar 180 grados, como se hace en la terapia sistémica y dejar de usar las soluciones intentadas, ya que evidentemente no están funcionando.

Estimados lectores, Lo único que no podemos de hacer es seguirlo intentando. Nunca dejarse vencer por la adversidad, buscar otros apoyos, mentores, gente que nos quiere, expertos en el tema. Paremos la racha perdedora, nunca bajemos los brazos.

“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.