JC Chávez Jr.

Bien dicen por ahí que la juventud es una enfermedad que se cura con los años. Así es que espero que el hijo del máximo boxeador mexicano haya madurado y encontrado razones significativas para seguir en el boxeo profesional, ahora que probablemente regrese a la actividad a finales de este año.

El Niño
Tengo el gusto de conocer a Julito desde hace muchos años. Recuerdo claramente cuando sus padres me invitaron a su casa en Colinas de San Miguel, en Sinaloa. La casa lucía sensacional con una alberca en forma de guante y la firma del gran campeón en el fondo de la piscina. También era común ver a Julito en el hotel de concentración de su padre, previo a sus peleas en la Ciudad de México, por las calles de Paseo de la Reforma. El ‘güerito’ era un niño, inquieto como todos los de su edad, pero no era muy tomado en cuenta por obvias razones, ya que su padre captaba toda la atención. Su madre, Amalia, siempre atenta a las travesuras del que hoy ha sido Campeón Mundial.

Pasado boxístico
Debutó en el año 2003 en su natal Culiacán, Sinaloa, polarizando la atención de los amantes del pugilato rentado. De ahí vinieron triunfos al por mayor hasta que se encontró con un peleadorazo, Sergio ‘Maravilla’ Martínez, en las Vegas. Pocos creían que el argentino iba a triunfar ante un Chávez que lucía en todas sus batallas anteriores. Pero ‘Maravilla’ fue mucho mejor, mostrando velocidad y fortaleza. Los últimos segundos de esa batalla, Chávez boxeó con el corazón, pero fue demasiado tarde. Este encuentro contra un boxeador que iba de salida, fue un antes y un después en su carrera. De ahí surgieron problemas extra cuadrilátero para Chávez y la historia actual pinta distinta a la que se esperaba en sus primeros pasos.

Presente
La actualidad para Julito luce complicada, en primera porque carece de hambre por ser un grande. Recordar que los boxeadores nacen con hambre de triunfo y necesidad de ganar billetes verdes para ayudar a sus seres queridos. El joven del que hablamos en este espacio afortunadamente nunca sufrió de carencias.

Si Chávez Jr. quiere regresar a los planos estelares tendrá que cambiar el chip, lo cual es difícil, aunque no imposible. Tendrá que aplicarse en los entrenamientos y apegarse a una rutina de preparación, pero sobre todo a la disciplina que en los últimos años no ha tenido y que para volver a ser campeón del mundo es básica. Por más buenos entrenadores como Freddy Roach, si no hay voluntad del protagonista del combate, todo sueño se frustra.

La inactividad de Julio también es un punto negativo, ya que lleva sólo cuatro peleas en tres años, la última fue en julio del 2015 cuando triunfó sobre el ‘Dorado’ Reyes.

Aún falta definir el rival, pero es prácticamente un hecho que será en su país natal, lo cual será un plus para la taquilla. Sea como sea, el regreso le viene bien a él, al público que ansía verlo y al boxeo en general. La vida le da una revancha más para consolidarse en el ámbito estelar, espero de corazón que Julio César Chávez Carrasco la aproveche para regresar a la cima en la que militó.