Que Chicharito supere su fase más egoísta

Las palabras de Shakira fueron lapidarias: “Los artistas tenemos responsabilidades, todas las figuras públicas que aparecen ante las cámaras deben aprovechar su posición para mejorar el mundo”. Cantante colombiana. Productora, bailarina, actriz y empresaria. Embajadora de la UNICEF, filántropa. Llamada ‘Reina del pop latino’ gracias a su éxito mundial.

“Crecí en un país en desarrollo y vi mucha injusticia social y desigualdad, sintiendo que se podría hacer algo”, continuó. “Tan pronto como tuve la oportunidad y algo de éxito, regresé a mi país a los 18 años y establecí mi fundación para crear oportunidades para niños sin acceso a una educación de calidad. Con tantos millones de niños en pobreza y conflicto en mi país, era para mí una obligación moral. Todos tenemos un papel en la sociedad y una oportunidad para corregir lo que creemos que está mal”. Demoledora.

El público entrega tanto, genera tanto, que el famoso adquiere en la misma proporción responsabilidad con esa sociedad que lo encumbra. Sin embargo, es fácil olvidarla, evadirla, caer en el egoísmo una vez que la mayoría de las necesidades son satisfechas, incluso niveles desbordados. Sólo el que es realmente grande como ser humano lo comprende.

Grande, Cristiano Ronaldo. Messi. Cafú, Eto’o o Casillas. Rafa Márquez, que tras alcanzar la cima en su profesión como figuras públicas, voltean hacia su origen y hacen por esa sociedad que los empujó a lo más alto.

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Javier Hernández alcanzó ese pico. Idolatrado, reconocido como el máximo goleador de nuestra Selección. Brillante con Manchester United y Real Madrid, dos monstruos internacionales. La recompensa por su trabajo y talento llegó a raudales. Hoy, ya que ha cubierto sus necesidades básicas, y a niveles extraordinarios, busca más reconocimiento público, pero ahora en el plano personal, a través de redes sociales, guiado por su nuevo gurú de cabecera, Diego Dreyfus.

Escuchando la charla con su coach de vida, Javier asegura que ‘se ha desconectado’ de la necesidad de aspirar a volver a brillar profesionalmente con un equipo de alto nivel; explica que quiere seguir por amor al futbol, al tiempo que comparte su vida con sus millones de seguidores, labor que, afirma, no lo distraerá de su desempeño profesional.

Sigo convencido que un futbolista que ha recibido tanto, con una carrera que ha llegado tan alto, tiene que voltear en algún momento a ayudar a esa sociedad, y confío que ahora que el Chicharito ha perdido interés en que el público lo reconozca en la cancha, logre superar esta fase de necesidad de reconocimiento a su vida privada y en algún momento dedique un poco de su tiempo a devolver a la gente todo lo que le han entregado. Es una gran cuenta que tiene pendiente.

SE TENÍA QUE DECIR...
El futbolista profesional adquiere, además de una responsabilidad social, una especie de ‘fuero especial’ sobre otros derechos cívicos. En el caso de Joao Maleck y la posibilidad de que no pague por el accidente donde se perdieron dos visas, se debe aplicar la ley sin consideraciones especiales. 
...Y SE DIJO