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Opinión

Carlos Ponce de León

Director de Marca, experto en futbol nacional e internacional. En su columna tendrás un análisis veraz y oportuno.

Rafa Márquez no es lo esencial del caso

2017-08-10 | Carlos Ponce de León
CARLOS PONCE DE LEóN
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No perdamos de vista el tema principal, que no es sólo que Rafa Márquez está en la mira de autoridades estadounidenses por vínculos con el narcotráfico, sino que el futbol mexicano es exhibido por mantener lazos con la delincuencia organizada. Algo que ya se ha escuchado antes, pero nunca con la fuerza con la que ha lanzado la acusación de forma oficial el gobierno de Estados Unidos, que no se anda por las ramas.

En divisiones de ascenso de nuestro futbol, especialmente en las semiprofesionales, existen muchos dueños cuyos recursos tienen ‘misteriosa’ procedencia. Muchos.

No son pocas las historias y anécdotas de periodistas, especialmente en provincia, que relatan que al empezar a investigar cómo es que un equipo de alguna comunidad de bajos recursos podía subsistir ante los altos gastos que implica estar en una competencia profesional, recibían amenazas para no seguir.

“Mejor ni le busques”, era la recomendación más común, “porque te vas a encontrar con personas que no quieren ser descubiertas”.

La Femexfut tiene una responsabilidad, pero también aparece como tarea titánica poder filtrar, auditar, depurar, a todos los miembros que componen su estructura. Son 18 equipos de Liga MX, los de mayor importancia y los más cuidados, 16 del Ascenso, 40 en Segunda Premier y en Tercera 181 (sin contar filiales). Que el crimen organizado, filtrado ya en muchos sectores de nuestra sociedad, no hubiera tocado a alguno de estos clubes inscritos en la Femexfut resulta difícil de creer. Imposible.

El gobierno de EU ha exhibido ya dos casos, con nombres propios, a un equipo que fue propiedad de un narcotraficante y al legendario Rafa Márquez. La opinión pública fácilmente ha encontrado al primero culpable, pero al segundo, el velo de leyenda que lo cubre vuelve complicado aceptar que es capaz de ligarse al narco. 

Me consta que la Fundación de Rafa hace una encomiable labor con chicos de escasos recursos. Es admirable. Pero de eso a asegurar que no es culpable, que los recursos son legítimos, que no vinieron del narco, ahí sí falta un rato. Quizás alguno de sus asesores lo cruzó o encuentre usted cualquier otro argumento. Hay quien mete las manos sólo porque Rafa es el futbolista más exitoso de nuestra historia. Pero eso no basta.

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