opinion.carlos-ponce.sin-culpa-en-cruz-azul
Opinión

Carlos Ponce de León

Director de Marca, experto en futbol nacional e internacional. En su columna tendrás un análisis veraz y oportuno.

Sin culpa en Cruz Azul

2017-01-16 | Carlos Ponce de León
CARLOS PONCE DE LEóN
Comparte en:
Contenido Patrocinado

El primer castigo del culpable es que su conciencia lo juzga. Y Peñalba, hoy está tranquilo. Los Pumas lo acusan de haber escupido a Castillo durante el juego en CU, advierten que buscan las imágenes para que sea sancionado, pero me han contado que el argentino de Cruz Azul asegura estar ‘libre de pecado’.

Que el Club Universidad denuncie el hecho es saludable, hay que castigar al que infrinja el reglamento, al que se aproveche y rompa el Fair Play, no sólo el que dicta una Federación, sino entre colegas de profesión. Pero de poco servirá sin un video que lo evidencie.

Uno al menos, que muestre la intención de un escupitajo, como el de Novaretti sobre Lozano, que a pesar de que el argentino de León afirma haberle “soplado”, cosa que muy pocos creemos, le acarreó ya seis juegos de castigo.

De la expulsión de Peñalba, es terrible que lo hayan echado por su fama. La jugada es cerrada, pero coincido con Ramos Rizo: va al balón y la inercia de la jugada provoca el contacto. Se equivocó el árbitro Macías.

Lo que siguió es peor, pues otro columnista de RÉCORD, Rubén Rodríguez, habló con jugadores celestes y le revelaron que el juez central les dijo tras mostrarle la roja: “Tú sabes, es Peñalba”. Terrible, peor en el momento de crisis y falta de credibilidad que vive nuestro arbitraje. La decisión de expulsar a un futbolista no puede tomarse por su fama, sino por la acción.

También vivimos los contrastes de criterio de los silbantes. El sábado, en el mejor partido de la jornada, en Monterrey, Jair Pereira se la refresca al árbitro por una amarilla y recibe la segunda de forma inmediata. Se fue el de Chivas. Y ayer, hace algo similar Arroyo y no pasa nada. Nada. Y no duden acá que se beneficia al América a propósito, para nada: es por una tremenda falta de capacidad.

El arbitraje en México va derecho al precipicio, cada jornada pisa el acelerador y no tiene freno. Urge que lo arreglen.

Contenido Patrocinado