Doble triunfo, Nico Rosberg

Qué valor, Nico. Qué tamaños. Es lo primero que debemos hacer, aplaudirte, reconocer tu valentía de tomar una decisión complicadísima, que abre ante el mundo tu vulnerabilidad, tu humanidad y que te expone a quien cuestiona tu fuerza mental, agotada tras un 2016 brutal. Pero no titubeaste y decidiste que primero están tú y los tuyos, y eso es digno de admirarse.

La Fórmula Uno es un deporte duro, despiadado. Cruel. De él son víctimas decenas de pilotos que lo sacrifican todo por estar ahí y no lo logran, también los que llegan y son despachados sin poder mostrar todo su talento, incluso, hoy nos damos cuenta que también un flamante Campeón Mundial fue rendido por la inercia aplastante de esta categoría. El agotador pulso de Mercedes y la fuerza avasallante de uno de los mejores de la historia, Lewis Hamilton, vaciaron al alemán, que ayer por la mañana determinó revelar al mundo su decisión.

Nico, sin embargo, en la rendición halló una victoria: la de retirarse en la cúspide, la de perseguir un sueño y cumplirlo, la de saber dejar ir en el momento indicado. Supo Rosberg decir no más siendo el MEJOR piloto del planeta. Empero, qué valentía. Gana Nico, doble triunfo en cuestión de días; pierde Mercedes y pierde la F1.

Y mientras Nico se dedica a disfrutar su nueva vida, Mercedes debe encontrar quién es capaz de coexistir con Hamilton. Subir a su juvenil Pascal Werhlein ayudaría a calmar la tensión tras la guerra que vivieron en 2016, pero en detrimento de su competitividad. La otra es firmar a un peso pesado -por supuesto, pagando la rescisión de ese contrato- y mantener el fuego encendido. Si ése es el camino, Fernando Alonso debería ser la opción.

¿Hay posibilidades para Sergio Pérez? No las descartaría. Mercedes se interesó en Checo en 2012, antes de que Hamilton les diera el sí. El mexicano es hoy MUCHO mejor piloto de lo que era hace cuatro años, luce complicado, pero sin duda los alemanes evaluarán las mejores opciones en la parrilla y el mexicano debe estar en esa lista.