opinion.blog.christian-martinoli.3-minutos-51-segundos
Opinión

Christian Martinoli

Uno de los mejores cronistas deportivos en México, trabaja para TV Azteca y ha colaborado con RÉCORD desde 2010.

3 minutos, 51 segundos

2016-06-23 | Christian Martinoli
CHRISTIAN MARTINOLI
Comparte en:
Contenido Patrocinado

El cielo aplomado sobre el Cuauhtémoc anunciaba un clásico rioplatense con lluvia, en realidad con un aguacero descomunal. Argentina, por primera vez en el campeonato 86, jugó con la camiseta alternativa, la azul marino de algodón denso que distanciaba mucho de ser la innovadora titular Le Coq Sportif con su sofisticada tecnología Air-Tech, desarrollada en Francia que imitaba los jerseys de futbol americano con miles de pequeños hoyos en la tela para permitir una ventilación perfecta y un secado casi inmediato. Pasculli metió el único gol del juego y en el segundo tiempo mientras el lodo y la cortina de agua se apoderaban de la escena, la Albiceleste todavía perdonó en un par de ocasiones a Uruguay, un cuadro venido a menos anímicamente luego de la masacre de 6-1 propinada por Dinamarca en primera ronda.

Maradona llegó refunfuñando al vestuario poblano y maldiciendo lo  pesado de la camiseta, como varios más se unieron a la queja, Bilardo, entrenador del equipo, pidió todas las playeras y las puso en la báscula.  Pesaban más de un kilo cada una.

Al día siguiente supieron que Inglaterra sería su rival en los Cuartos de Final y 24 horas más tarde que deberían usar nuevamente la indumentaria suplente. El técnico argentino pidió mandaran desde Buenos Aires nuevas camisolas azules, pero con la tecnología de la titular. La respuesta fue, “no hay de ésas”. El nervioso, obsesivo y neurótico ginecólogo, exfutbolista y director técnico que manejaba los destinos tácticos del cuadro sudamericano enloqueció y pidió al delegado de la AFA (Asociación del Futbol Argentino) y al utilero de la selección que peinaran toda la Ciudad de México en busca de 40 camisetas azules, delgadas de la marca patrocinadora que los vestía.

Si quieres leer la columna completa, adquiere tu RÉCORD en tu puesto de periódicos o suscríbete a la edición digital dando clic en la imagen de abajo.

Adquiere la edición digital de RÉCORD

 

Contenido Patrocinado