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Opinión

Christian Martinoli

Uno de los mejores cronistas deportivos en México, trabaja para TV Azteca y ha colaborado con RÉCORD desde 2010.

'Catunaccio'

2019-05-28 | Christian Martinoli
CHRISTIAN MARTINOLI
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Tigres defiende por sistema y hasta por gusto; es el único equipo del futbol mexicano que domina la táctica netamente defensiva, pero teniendo una plantilla en ataque como para adoptar otra postura en el campo de juego.

El equipo de Ricardo Ferretti no amotina gente, aglutina bloques que corren en línea y que presionan siempre en superioridad numérica. No dejan espacio libre y procuran cometer la menor cantidad de faltas cercanas al área.

Producen coberturas incesantes en una defensa netamente mexicana comandada por Ayala y Torres Nilo, secundada por Rodríguez y Meza, que las escasas ocasiones en que llega a fallar suele ser revestida por Nahuel Guzmán, un portero que cuando se pone serio y evita el protagonismo innecesario de hacerse el vivo en la cancha, suele rozar la cúspide del balompié azteca.

Tigres es organización, esfuerzo grupal y colectivo en pos del objetivo en común que es avanzar, ganar y coronarse. Pizarro es el péndulo de un equipo que incluso hace correr a su figura y máximo goleador, Gignac, un jugador de otra categoría que con su solidaridad demuestra ser un gregario cuando los pésimos centros de sus volantes no llegan a destino y cuando el equipo necesita de su presencia en zona baja para presionar la salida rival y colaborar en los córners de manera defensiva.

Para muchos el juego de Tigres es monótono, cansino, aburrido, desgastante, mezquino y hasta egoísta con el espectáculo; sin embargo, es difícil que el Tuca, una leyenda absoluta del futbol nacional, pueda a estas alturas de su carrera tratar de cambiar la fórmula de éxito; ¿para qué?, se preguntará el brasileño, y en verdad la ecuación le da toda la razón, porque en ningún lado está prohibido ganar defendiéndose.

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Son siete títulos para Ferretti (cinco con la UANL) y siete vueltas olímpicas de Liga las que ha dado Tigres, quizás esta última inspirados en la figura del emblemático defensa recientemente fallecido Osvaldo Batocletti, símbolo de las dos primeras estrellas ganadas por la entidad de San Nicolás de los Garza.

Mucho se podrá discutir si las formas importan para ganar, está claro que la mayoría quisiera que el campeón entregara una catarata de llegadas y goles que endulcen los ojos de los escépticos; no obstante, cuando este Tigres se para en la cancha, la mayoría sabemos lo que puede suceder aunque deseemos otra cosa una vez observado el potencial económico y futbolístico que posee.

Pero las cosas son así, la escuadra del Tuca es estable casi siempre y suele plantarse de la misma manera en cualquier cancha y bajo cualquier parámetro o instancia y eso es muy válido porque se llama consistencia y por eso los elementos que viven en el estadio Universitario son pentacampeones con el catenaccio del Tuca.

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