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Opinión

Christian Martinoli

Uno de los mejores cronistas deportivos en México, trabaja para TV Azteca y ha colaborado con RÉCORD desde 2010.

De sorteo a realidad

2017-11-30 | Christian Martinoli
CHRISTIAN MARTINOLI
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El famoso Bombo 2 dentro del sorteo de mañana en Moscú le evitará a México, de entrada, chocar contra dos potencias a la vez; muchos hablan y desean además que Rusia o Polonia, alguno de ellos, sean la cabeza de serie en su sector para quizá entrar al torneo con mayor relajación, pero sin extrema confianza porque después, si se avanza, la cosa se puede poner como siempre, brava.

Al final no sólo se debe observar el grupo y los tres rivales, de los que se hablará durante seis meses sobre sus virtudes, defectos y a los cuales se les tratará de descifrar las 200 distintas formas para derrotarlos. Después se necesita ser realista y tener recaudo con el cruce directo porque difícilmente tocará un equipo ‘a modo’. Es ahí donde la historia siempre le demanda concentración, calidad, capacidad y jerarquía a la escuadra mexicana.

Ahí donde los huesos crujen y donde no hay mañana, ahí en la eliminación directa donde el hubiera no se conjuga.

Mucho dependerá de las maneras propias del equipo en la primera fase como para sustentar en algo la ilusión en dado caso de mantener la tradición de estar en Octavos de Final. 

Porque el juego se sostiene en los futbolistas y sus virtudes. En el técnico y su capacidad de reinvención y trabajo. No sólo en la ilusión de querer ser por el simple hecho de imaginarlo. Porque también existen otras 31 selecciones que quieren ser y piensan lo mismo, la diferencia en ese mes es que al final con salvadas excepciones o milagros del balón, son cinco o quizá seis los aspirantes de siempre a la gloria máxima. Equipos que aunque estén pendientes de su grupo en el Mundial generalmente lo ven con seriedad y ecuanimidad porque para llevarse la Copa se le debe ganar al que sea, pero basado en el sustento táctico, técnico y por encima de todo, recargado en el virtuosismo de su materia prima, lo que desde la invención de la pelota sigue haciendo la diferencia por encima de los sueños.

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