Distracción rayada

La dirigencia de Monterrey quedó en total ridículo al aceptar públicamente en la semana lo que todo mundo sabía desde hace meses; que no basta tener el mejor estadio del país si la cancha está peor que cualquiera de la deportiva municipal.

Increíble que Rayados, con todo el flujo de dinero que maneja, no haya pensando ante el primer aviso que el pasto ‘no agarraba’, sobre todo por falta de luz natural, como el costado sur del Estadio Nemesio Díez, casa del Toluca, buscar la medida primermundista del alumbrado artificial, esa que utilizan los mejores equipos de Europa.

Ya por fin tratarán de arreglar un terreno que le ha dado más malas que buenas; sin embargo, como viene jugando el equipo de Antonio Mohamed en las últimas semanas, la cancha de Guadalupe, el BBVA Bancomer es sólo un atenuante a la discreta actuación que llevan hasta el momento en el torneo.

Pocos pueden dudar de la presencia rayada en la próxima Liguilla, pero más por su plantilla que por su perfomance actual que es muy baja, sin posiciones largas y aislada a un chispazo individual. Así, Monterrey no va a ningún lado con ese nivel que ha mostrado hasta el momento.

Nerviosa está la dirigencia del Monterrey en buscar el golpe mediático y futbolístico con su propio Gignac, para competirle a su vecino incómodo, que ha descuidado cosas tan primarias como su propio campo y el juego que no hace mucho era resplandeciente para todos.