Emperador del empate

Cruz Azul sigue invicto y eso, en términos estrictos, no debería ser poca cosa, sobre todo si volteamos a ver las recientes páginas que han atormentado a La Máquina.

La postura táctica de Jémez es frontal, siempre le ha gustado la posesión y propone juego ofensivo. Le gusta arriesgar; sin embargo, y aunque él lo niegue abiertamente, la definición es una tarea pendiente en su equipo, más por la tendencia al ataque que sugiere.

El encuentro en Puebla quizá fue el más flojo del cuadro cementero en la temporada. El campo pesado y fangoso por las lluvias de temporada hizo que el choque fuera muy físico y dinámico en medio sector, pero sin emociones en los arcos.

Méndez, figura de este modelo Apertura 2017, nunca se sintió cómodo, jugó de espalda a la portería todo el tiempo y contra la raya por la incesante marca de Angulo.

Rodríguez hizo poco, viene regresando de una lesión y, por el momento, se le nota la falta de confianza y audacia.

Mora fue pura voluntad, pero hasta ahí. Mientras que Cauteruccio es un peleador, se entrega y va a todas, pero por lo menos en el Cuauhtémoc jamás le pusieron una pelota digna en el área. Al uruguayo le cuesta ser la mitad de lo que logró en San Lorenzo. Algunos ya se impacientan con el nueve que carga su propia responsabilidad, pero, de paso, también con la presión de jugar en una zona que le ha quedado a deber al pueblo azul desde hace varios años.

Paco aseguró en conferencia de prensa que como en otras ocasiones sus dirigidos generaron, pero no concretaron, basta reafirmar que en Puebla esto fue mentira.

Los Cementeros fueron más que La Franja en retención de balón y, aunque dominaron el trámite por el estricto sentido de tener mayor calidad en su plantel, cedieron espacios por el cansancio y nunca pudieron encontrar la llave contra uno de los equipos más endebles del actual certamen.

El no perder para Cruz Azul se está convirtiendo en una sana costumbre, aunque el no poder acumular victorias consecutivas y el llenarse de empates quizá sólo le alcance para rasguñar algo que no conoce hace seis torneos, la Liguilla.

Porque tener seis empates en ocho fechas, para los positivos es sumar y seguir de racha, pero para los negativos es lo mismo que ganar dos juegos y perder cuatro o empatar tres, ganar uno y perder dos. Al final sólo son seis puntos de 18 posibles.

Por eso este patrón de resultados, de mantenerse igual, de poco le podrá servir a este club si lo que desea es ser protagónico en la etapa importante del futbol mexicano, por igualar encuentros en Liguilla, jugando desde abajo en la tabla de clasificados es un déficit importante.

Eso Jémez lo sabe por más que no lo diga.