Fondo y forma

Aquel segundo tiempo en Morelia simplemente fue un espejismo y hoy hasta parece lejano. América lo venía gritando desde hace meses, pero ahora la noticia se cae de madura; se convirtió en un equipo corriente y lo más alejado al otrora estilo que alguna vez hizo famoso a su todavía entrenador y que ellos, los jugadores, jamás abrazaron como formato de juego porque nunca lo sintieron cercano, mientras que él, La Volpe, cómodo se coludió más con el resultado que con la forma de juego, claro, hasta que la estadística lo abandonara. 

La química ganadora que acompañaba a Ricardo Peláez está en declive por más que se empecine en hablar sobre el pasado inmediato (Mundial de Clubes y Final ante Tigres), porque él mejor que nadie sabe que en América se vive del día a día y la gente lo que quiere es el siguiente triunfo.  

Tras caer con todas las de la ley en el Clásico Nacional, se le aproxima una revancha más contra otro rival de siempre y que también vive en extremo su propia y mucho más añejada crisis.  

Cada semana la historia se repite, el Azul no gana y del barco de Jémez, se bajan algunos. El español impregnó de sangre, actitud y ataque a un cuadro que vivía sin alma, pero al que increíblemente no se le abre el arco.   

El verso se agota y aunque todavía a la mayoría de cementeros el modo del ibérico agrada y mucho, la interminable malaria que persigue a esta entidad deportiva arrastra los sentimientos de cualquiera.  

Algo muy malo debieron hacer en otra y hasta en esta vida los jerarcas máximos de Cruz Azul, para seguir viviendo con esta maldición que parece no tener horizonte.  

Los goles que falla la escuadra de La Noria no son normales y aunque el plantel salga completo a una conferencia de prensa a respaldar al técnico, los números comen las entrañas del club que ya vive de cerca el descenso, justo la curiosa especialidad o costumbre con la que lidió siempre Paco en la Madre Patria. 

La Jornada 8 en el Azteca tendrá un juego repleto de morbo, porque de un lado existe un cuadro que tiene forma, pero carece de fondo; y el otro, hace no mucho tenía fondo, pero sin forma. Ahora ya no tiene nada. Vaya paradoja entre el fondo y la forma, tanto como la histórica duda del huevo y la gallina. Vaya usted a saber.