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Opinión

Christian Martinoli

Uno de los mejores cronistas deportivos en México, trabaja para TV Azteca y ha colaborado con RÉCORD desde 2010.

Jaque mate

2018-08-16 | Christian Martinoli
CHRISTIAN MARTINOLI
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Memo Vázquez se fue de un equipo al que sólo la necesidad de aparecer en la palestra del futbol mexicano lo había llevado. 

Vázquez quería regresar al escenario luego de rechazar un par de ofertas mejores y cuando el mar dejó de abrirse, tomó al Veracruz con todos los riesgos que eso llevaba. 

Una directiva incendiaria con presupuesto incierto y una afición fiel, pero cansada de tantas promesas incumplidas. 

El Veracruz, con Memo, nunca terminó por cuajar y se salvó de milagro gracias a externos que hicieron peor las cosas. Lo extraño fue que el propio entrenador retomara el trabajo sabiendo que las cosas seguían ardientes y todo quedó de manifiesto cuando se fue tras ganarle un clásico al Puebla. 

Extraño todo desde el principio. Está claro que Veracruz merece otra manos dirigenciales que lo catapulten a la par de la historia y la plaza que representa, pero también es cierto que Vázquez todavía tiene cartel como para no estar hundiéndose con proyectos por debajo de la media tabla. 

Las palabras fuera de sentido por parte del señor Kuri, denigrando a su exentrenador, hablando por sí solas de la educación y las maneras con las que se maneja el todavía propietario del tiburón. Una pena. 

Por otro lado, surgió la fuerte versión que Vázquez decidió irse en la fecha cuatro al ver que el barco se hundiría de nueva cuenta y optó por limpiar su nombre porque en los meses venideros podría sonar fuerte para un equipo del norte, específicamente Tigres, siempre y cuando Tuca agarre en enero a la Selección. Incluso, el mismo Memo, de no tomar a los felinos, podría ser uno de los auxiliares de Ferretti en el Tricolor. De ser así, Vázquez movió sus piezas otra vez y ahora no se equivocó.

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