La calidad se muestra

En México, como en cualquier otra parte del mundo, tenemos clichés muy establecidos en nuestras maneras de pensar.

Por ejemplo, muchos de los que critican cosas hechas en nuestro país en automático son catalogados como malinchistas; aunque varias de esas veces ni siquiera se tome en cuenta si el asunto en cuestión, en verdad, tiene estándares de alta calidad o no, ya que sólo se ve la bandera y se juzga para bien o para mal, como aquel famosísimo dicho: “como México no hay dos”, en donde no se pretende observar hacia otro lado; se es absolutista y punto, por el simple amor encarnizado y a prueba de fuego que se le tiene a las raíces nacionales.

En el futbol esto se polariza aún más, conforme se acerca la Copa del Mundo, la efervescencia es tan grande que hasta más de un escéptico empieza a cambiar sus pensamientos de duda envuelto por la euforia tricolor escudada en la fatídica frase de 'sí se puede'.

Esto, en parte, alimentado por todo tipo de medios comunicación, anunciantes y, para colmo, aderezado por los dichos previos de futbolistas nacionales, que en su mayoría y de manera pública han aceptado que México tiene potencial para ser campeón del mundo. No fundamentan sobre el tema, pero avisan que quieren ganar porque son mexicanos.

Ahí empieza el debate; por un lado están los que aplauden tener esa mentalidad ganadora, ya que de lo contrario a qué vas a Rusia. Otros lo ven como un acto enfundado en popularidad, porque quien diga que sólo se aspira al quinto partido es un mediocre.

Y están aquellos que sin dudarlo creen que no pasará nada con el equipo por más que los jugadores sostengan sus dichos sobre nubes.

El asunto, al final, es que cualquier opinión sobre cosas hechas en México o por mexicanos, sin importar su rubro, deberían ser aplaudidas y reconocidas desde la calidad internacional y no sólo por la bandera, y mire que en México se hacen cosas muy buenas, pero otras no tanto.

Ahora rumbo a la Copa 2018 los jugadores de las más grandes selecciones y favoritas a ganar en Rusia, no se han expresado con semejante frialdad diciendo que van a ser campeones del mundo, mientras que los nuestros piensan que con sólo decirlo, las cosas se hacen.

En el mundo de la pelota como en tantos otros, la calidad no se dice, no se piensa, no se presume, simplemente se muestra.