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Opinión

Christian Martinoli

Uno de los mejores cronistas deportivos en México, trabaja para TV Azteca y ha colaborado con RÉCORD desde 2010.

La historia sin fin

2017-12-14 | Christian Martinoli
CHRISTIAN MARTINOLI
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Nuevamente no pasó nada en el Mundial de Clubes con un equipo mexicano. Es cierto que Pachuca llegó arrastrando el prestigio tras una temporada de Liga dolosa, en donde su plantel como mínimo pronosticaba Liguilla.

Al culminar con fracaso el Apertura, el anhelo se estacionaba en la competencia mundial, tras haber dado la sorpresa en la Concachampions ante el favorito Tigres.

El gol al 112’ de Guzmán contra el Wydad de Marruecos, anunciaba nubes para el choque frente el Gremio en Semifinales.

Los brasileños recién bajados del avión fueron más físicos y presentaron mejores dotes técnicos que el cuadro Tuzo, más allá de que no hicieron diferencia en el tiempo regular. Pachuca quizá dio uno de los mejores partidos del semestre, pero ni así les alcanzó para por lo menos ir a los penaltis.

Un golazo de Everton los liquidó arrancando de tajo la ilusión de por fin llegar a la Final y enfrentar al Real Madrid que de manera increíble padeció de más frente Al-Jazira. 

Jamás un europeo ha cedido su sitio para el juego definitivo, no así los sudamericanos, que en tres ocasiones fueron eliminados del choque por el título (Inter de Porto Alegre, Atlético Mineiro y Atlético Nacional de Medellín).

Al momento de saber que la escuadra de Concacaf, en caso de avanzar a Semifinales, evitaría al monarca europeo, muchos en México alimentaron la esperanza de que Pachuca pudiera acceder a la Final, pero nuevamente todo fue sustentado en una endeble nube de fe y deseo.

La Concacaf no es parámetro de nada en el futbol, simplemente es un sitio donde los clubes mexicanos deben jugar y se sienten cómodos de hacerlo, ya que por lo general obtienen resultados positivos. Mientras México no busque volver a torneos sudamericanos donde los viajes, los arbitrajes, las gradas y el nivel de los rivales son mucho más duros que los que encuentra en su zona de confort, pasarán décadas sin que en verdad suceda algo serio a nivel internacional. De lo contrario sigamos conformes viendo la Concachampions y lo que se invente la FIFA en pro de la inclusión deportiva.

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