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Opinión

Christian Martinoli

Uno de los mejores cronistas deportivos en México, trabaja para TV Azteca y ha colaborado con RÉCORD desde 2010.

Naranja exprimida

2017-03-27 | Christian Martinoli
CHRISTIAN MARTINOLI
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Desde aquella magistral movida de cambio de porteros a segundos de finalizar el tiempo extra contra Costa Rica, que motivó su pase a las Semifinales del Mundial 2014, para la selección holandesa todo ha sido dolor y pesar. 

Hiddink tomó el sitio de Van Gaal, los resultados importantes empezaron a escasear, tanto así que Danny Blind salió al paso con la misión de conseguir en extremis la clasificación a la Eurocopa de Francia. Tras el fracaso de no obtener el boleto a la justa continental, el veterano Robin Van Persie fue la principal víctima. Holanda, que rozó la gloria contra España en Johannesburgo y que terminó tercera en Brasil, intentó darle un giro a su última plantilla de abolengo para recuperar el camino con destino a Rusia 2018; sin embargo, las cosas se han diluido a tal grado que ni la presencia de los veteranos Robben y Sneijder, ha podido guiar con liderazgo un cambio generacional lanzado de emergencia desde la cúpula neerlandesa de futbol. 

La derrota este fin de semana en Sofía coloca contra las cuerdas de nueva cuenta a un país que futbolísticamente solía estar adelantado a su tiempo en cuanto a formas de entrenamiento y optimización de talento. 

Sin embargo, peleando en un grupo junto a Francia y Suecia, estaba claro que cualquier titubeo no los respetaría. Hoy arrancan cuartos incluso detrás de Bulgaria, a seis puntos de la clasificación directa que por el momento le pertenece a Francia, y a tres de Suecia que iría a reclasificación, tomando en cuenta que los nórdicos manejan una diferencia de goles de más siete por más dos de los holandeses. 

Quedan cinco juegos por delante, el rango de error no existe más para el cuadro naranja ya sin Blind como entrenador.

Necesitarían ganar sus cinco partidos para no depender de nadie y amarrar reclasificación, pero las estadísticas arrojan que esta escuadra no gana cinco choques consecutivos desde el Mundial brasileño, siendo cuatro juegos sin derrota entre marzo y junio del año pasado lo más decente realizado hasta ahora. 

Utópico parece pensar en ir directo a la Copa de Rusia, así que todo indica buscarán evitar la hecatombe rasguñando la segunda plaza como sea. Macabra coincidencia la que vive Holanda en estos instantes con la malaria que los acompañó después de los dos subcampeonatos mundiales en 1974 y 1978, ya que después no fueron a España 82; a la Euro 84 casualmente también en Francia y a México 86.

De Holanda siempre se habló de la categoría y fineza de sus jugadores, pero de la poca estabilidad mental que acompañó a muchos de ellos en los momentos importantes. Ahora con un par de estrellas en el ocaso y de un grupo de futbolistas, en su mayoría, sin blasones importantes a nivel de clubes, el naranja de Holanda lucha por no desteñirse mientras el jugo de su futbol cada vez es más agrio.  

 

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