Torneo azul

La diferencia hoy es abismal, se respira y se palpita un entorno distinto, ése del que se acostumbró durante grandes épocas y que había perdido con dramatismo en los últimos lustros.

Por el momento, Cruz Azul es otro, los saben ellos y lo sienten sus rivales; claro, esto tiene mucha cuerda por delante, pero nadie puede negar que lo realizado por ahora ilusiona a más de uno.

Este muchacho Alvarado surgió para ser un bálsamo puro de talento y desfachatez con resultados inmediatos; obvio, no faltarán aquellos que pidan no se le presione ni apresure en su desarrollo para no marearlo o echarlo a perder. Sin embargo, habría que ver el otro lado de la historia; a nuestra mal llamada 'generación dorada' de Selección, fue totalmente apapachada y nunca pasó nada, por el temor de hacerlos enojar o exigirles un poco más.

Con Alvarado el asunto es hacerlo sentir importante y que sus responsabilidades crezcan a corto y mediano plazo, para saber si es un jugador de otro nivel o simplemente otro chavo que irrumpe abruptamente en la primera nacional, pero que su rendimiento se estanca por tratarlo como estrella. Porque la edad ya no es factor en el balompié moderno. Se es figura a los 19 como a los 33, sin límites y con total responsabilidad.

Por cierto, cómo estará este Cruz Azul que Caraglio parece ser el de Tijuana y hasta Cauteruccio ya 'moja' más seguido. Marcone ha sido hasta el momento el mismo que partía el queso en Lanús y este cuadro celeste camina sólido.

Se viene una semana dura al enfrentar al rancio Toluca y al campeón Santos. Si La Máquina se mantiene arriba, será ya prácticamente una realidad de cara a su némesis, la Liguilla. Y ahí es donde todos la queremos ver.