Utopía

Por séptima ocasión consecutiva, México no puede rebasar una barrera intangible que lo atormenta de generaciones tras generaciones futbolísticas: la del quinto partido. Contra Brasil tuvo 25 minutos de control de balón, personalidad, postura firme y con idea de competir sin ningún tipo de temor.

La historia estaba ahí esperando y así salieron a buscarla, pero cuando el Scratch se decidió en la primera puso a trabajar como nunca antes en esta Copa a Guillermo Ochoa, dicho sea de paso, enorme figura nacional en las últimas dos ediciones mundialistas.

Algo le ven los scouts europeos que no lo han llevado a clubes de mayor envergadura y es que en verdad luego de verlo atajar bajo los palos tricolores no cabe duda que merece mejores chances en el Viejo Continente.

Ochoa tapó seis, seis de gol y eso dictaminó tanto las esperanzas mexicanas en el campo de Samara como la realidad de un juego que Brasil jamás tuvo en riesgo.

El equipo de Osorio tuvo muchos momentos el balón, pero se le complicó la entrada a la zona final, tanto así que la actuación de Allison terminó como anecdótica. Neymar, al terminar el juego, indicó que los futbolistas aztecas hablaron de más antes del partido y fueron ellos los que partieron a casa, lanzando un dardo directo a los referentes nacionales que se la pasaron hablando de hacer historia y de campeonatos del mundo. 

Las "cosas chingonas" que tanto imaginaron y que montaron como bandera de guerra al final fue destruída cuando en un 'matar o morir' en Copa del Mundo te cepillan de la cancha con la autoridad con la que lo logró el pentacampeón del mundo.

México tuvo la dignidad para evitar la hecatombe de una goleada en contra por Ochoa y porque decidió no abandonarse ante una escuadra superior; sin embargo, le fue imposible sustentar en la cancha los sueños con los que
siempre pensaron y divulgaron abiertamente. 

La generación más mediática en la historia de la Selección Mexicana se irá diluyendo poco a poco durante los próximos años cuando se busque llegar al Mundial de Qatar 2022.

En el camino habrán algunas vacas sagradas que se resistan al retiro y se esperará la consagración de un par de elementos jóvenes que encausen de nuevo la utópica ilusión del quinto partido y, por ende, la de ganar el Mundial.