El 'chico' de Colomos

Lo conocí hace casi 20 años. Tenía una cabellera desordenada y una sonrisa a flor de piel. Estaba lleno de ilusiones sobre la cancha de Colomos mientras coqueteaba con la idea de debutar en el primer equipo del Atlas. “Va a ser una estrella. Ya lo verás”, me dijo Daniel Guzmán, en aquel entonces entrenador rojinegro. Un año después, no sólo había debutado en la primera división mexicana, ya había aparecido en la selección de La Volpe que jugó el Mundial del 2006 y que fue eliminada con un dulce sabor de boca en aquella memorable jornada ante Argentina en Leipzig.

No hay ningún tipo de 'sombra' o de duda: Andrés Guardado pertenece a una clase especial, a la historia misma del futbol mexicano. Es fácil ubicarle entre los cinco mejores futbolistas en la historia de las selecciones nacionales y quizá, gracias al portentoso paso que ha tenido en el futbol europeo –España y Holanda– está en camino a cerrar una trayectoria que debe privilegiarle también entre los mejores futbolistas mexicanos de todos los tiempos.

Y lo tengo claro cuando se trata de selecciones mexicanas y de la aportación futbolística. Entre los 5 primeros jugadores deben aparecer nombres como el de Cuauhtémoc Blanco, Hugo Sánchez, Javier Hernández , Rafael Márquez y Andrés Guardado. Podríamos agregar a esa lista a Jared Borgetti, a Luis Roberto Alves Zague, Jorge Campos, Luis Hernández y Claudio Suárez . Nadie me dirá que Guardado no se codea entre esos jugadores, por condiciones, por rendimiento y por un profesionalismo a prueba de todo.

Está y estará siempre presente una trayectoria que él supo forjarse en el futbol europeo, donde sufrió desde su llegada al Deportivo La Coruña un descenso que purgó con el equipo gallego en la segunda división española, su poca fortuna en el Valencia y su paso al futbol alemán que no resultó como hubiésemos querido y, hasta su consagración en el PSV holandés, donde hasta el día de hoy, le guardan un cariño y un respeto encomiable.

-Caminé por afueras de la Arena del PSV y en una de las puertas sigue mostrando tu fotografía. Creo que no tienen intenciones de quitarla, le conté mientras charlábamos sobre el campo de entrenamiento del Betis.

-Es increíble. Todavía se me pone 'la piel chinita' cuando recuerdo como cantaban "el cielito lindo" y el "México lindo y querido...". Yo soy y seré siempre del Atlas, pero una parte mía se quedó en el PSV.

"No lo sé ...Yo quiero", me dijo en el campo del Benito Villamarín de Sevilla, sobre la posibilidad de jugar un quinto Mundial. "La edad esta ahí. No me estoy haciendo más joven, pero sigo conservando el mismo ánimo que tenía cuando soñaba con debutar en el Atlas. Mientras ese 'fuego' interno se mantenga, no pude decir que no..."

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Con un par de goles, Guardado encabezó a media semana el triunfo mexicano en la Copa de Oro ante Canadá, demostrando que a sus casi 34 años sigue manteniendo un nivel futbolístico con el que puede marcar diferencia en el futbol mexicano. Su liderazgo, temperamento, madurez, el gafete de capitán y su calidad de siempre. Está claro que el futbolista del Real Betis será el personaje con más galones que Gerardo Martino tenga en su era como entrenador de la Selección Mexicana.

Alrededor de Guardado, pueden y deben surgir recambios y nuevas oportunidades. Martino está tratando de aprovechar esta Copa Oro –con todo y su mediocridad futbolística– para mostrar un estilo de juego, un fuerte posicionamiento con un 4-4-3, la circulación del balón, la incorporación de los laterales, el ataque por las bandas y un sólido delantero –Raúl Jiménez– para convertir las oportunidades. Para cuando vengan otra clase de exámenes y los rivales crezcan en oposición, deberán aparecer nombres como el de Héctor Herrera, Hirving Lozano, Javier Hernández y 'El Tecatito' Corona. Pero en Guardado ha reconfirmado la presencia de un futbolista que puede ayudarle en el campo, fuera de él y que puede sumar para que nombres como el de Erick Gutiérrez, Carlos Rodríguez, Antuna, Pizarro, Alvarado y Guzmán continúen con su proceso de desarrollo en el equipo mexicano.

El 'Tata' está buscando, además de una forma de jugar, nombres que alimenten el recambio generacional que debe sufrir esta selección . No hay porqué asombrarnos demasiado si en esa búsqueda se topó con el futbolista que debe ser su capitán hasta el Mundial del 2022. Sí, un Andrés Guardado completo, tranquilo, pensativo, con una mirada que esboza la llegada de un segundo hijo –el hermano o la hermana de Máximo– y que hoy piensa más en cómo ayudar al de al lado que en su propio beneficio. El chico de Colomos, aquel que volaba por la banda, dejando que su cabellera se estirará al viento tapatío y que robaba suspiros entre sus entrenadores. "Yo sólo quería debutar en el Atlas...".