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Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

'El futbolista'

2017-08-11 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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“Yo soy el dueño”, escuché la voz casi en tono de grito, desde el fondo de aquel oscuro y frío vestidor del Estadio Sergio León Chávez en Irapuato. “Me llamo Kleber Mayer, soy joyero…”.

Era el inicio del verano del 2003. Se jugaba la Final por el ascenso a la Primera División entre el Irapuato y el León del polémico empresario argentino Carlos Ahumada. A las afueras del estadio, en cada juego como local del equipo “fresero”, se estacionaba un Ferrari de color rojo con las llantas y parte del guardabarros llenos de lodo. En la tribuna, el rumor indicaba que Ahumada había ‘comprado’ ya al rival y que el juego estaba arreglado. Tiempo después, se supo que el verdadero dueño del Irapuato era el narcotraficante Tirso Martínez, detenido el 2 de febrero de 2014 en León, en la colonia La Martinica, mismo personaje que por aquel entonces se le ligaba a los intereses del equipo Querétaro. Ambos clubes, Irapuato y Querétaro, en una operación que bien pudo llamarse “Limpieza del Bajío”, fueron hechos ‘desaparecer’ por la Federación Mexicana de Futbol.

En un país infestado por temas ligados al narcotráfico y al crimen organizado, el futbol, su boyante y prospera industria, era y parece ser demasiado apetecible para mantenerse al margen. El narco llegó, se estableció y preocupó al futbol mexicano. La FMF encabezó una cruzada —hay que darle el crédito a Justino Compeán y a Decio de María— para tratar de frenar y alejar a esos capitales de ambigua procedencia. Algunos de ellos, obviamente, se quedaron, sobre todo en divisiones inferiores. El escándalo de los Mapaches de Nueva Italia en pleno campo de Coapa, las sospechas, en su momento, sobre el Celaya y La Piedad y hasta llegar a este episodio que liga a un equipo de Jalisco con el narcotraficante Raúl Flores Hernández.

El problema no es, en sí, el narcotráfico ‘cerca’ del futbol mexicano . El problema es que ha ‘tocado’ y al mismo tiempo ha manchado a una de sus figuras más emblemáticas de la historia. No sólo a un futbolista, a ‘El Futbolista’, al capitán, a la imagen del jugador de esta generación y de muchas otras generaciones. Al futbolista elegante, que desafió fronteras, retos, que alcanzó lo que ningún otro miembro de su “especie” había logrado. Al tipo pensante, diferente, líder, al hombre que debía ser ejemplo fuera y dentro de las canchas. Al Capitán, no a un ‘marinero’ común y corriente que puede ser substituido.

Me parece que el impacto es terrible, devastador, catastrófico para un futbol y hasta para una sociedad que ya no tiene claro cuales son sus valores y su verdad. Rafael Márquez no representa sólo a Rafael Márquez. Representa a descendencias enteras de niñas y niños que veían en él una imagen a quien seguir.

Creo en la duda razonable y en el derecho que tiene cada persona de defenderse y demostrar su inocencia. Me gustaría que Rafael Márquez lograra alejar su nombre de las duras imputaciones que ha recibido. Creo que lo puede lograr. El tiempo descubrirá la realidad. Donde no le sobra tiempo es en la cancha. A sus 38 años de edad, me parece imposible que hoy sostenga su carrera con el Atlas y con la Selección Mexicana en camino a un quinto Mundial. La cabeza de Márquez debe estar, obviamente, en otro sitio. Creo que va a ser difícil que continúe con su carrera como futbolista.

Me gustaría creerle más a Rafael Márquez que al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.

El tiempo promete descubrir la verdad con Rafael Márquez, tiempo que, lamentablemente, se le agota en la cancha de futbol. Si este no es el final, parece serlo.

El futbol mexicano podía y puede seguir viviendo de las sospechas de que los tentáculos del narco y del crimen organizado lo han abordado, pero no estaba listo para esto. Y es que el escándalo llegó hasta el ‘Capitán’, no a un ‘marinero’ común y corriente que puede ser substituido. El escándalo abordo a uno de los mejores futbolistas de la historia, a un emblema de la cancha, de la calle y de la sociedad, al gran y único Rafael Márquez, a lo que las generaciones viejas y modernas conocemos y reconocemos como ‘El Futbolista’.

 

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