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Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

Guadalajara, el "más grande"

2017-05-23 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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Para empezar, debe quedar bien claro: nada ni nadie le regaló algo a Chivas para llegar a la Final del futbol mexicano. Si están en ella, es por méritos propios, es por su futbol, es por su regularidad y es hasta por su brillantez. Y si están aquí, es porque puede competir y ganar el campeonato.    

Los clubes ‘grandes’, con la tradición y la pasión que significa Chivas, siempre atraen miradas de incredulidad y de cierta malicia, pero más allá de un cierre de torneo que no fue el mejor y aun no habiendo marcado diferencia en el marcador en las dos series que resolvió con el reglamento en la mano, el Guadalajara está meritoriamente en la instancia final del Clausura 2017.    

Chivas ha vuelto al escenario de una Final casi 11 años después de hacerlo por última ocasión. No será favorito, es verdad -nadie, ni Chivas ni otros 16 equipos serían marcados como  favoritos cuando se trata de jugar ante un club como Tigres- pero basados en el futbol que apareció durante algunos parajes prolongados de la temporada, el equipo de Matías Almeyda puede y debe pelear por el campeonato. 

¿Cómo se le gana a Tigres?, le pregunté el domingo, en Tijuana, al presidente del club que ha marcado hegemonía en el futbol mexicano. La sonrisa del Ingeniero Alejandro Rodríguez lo delataba. “No esperaba que me preguntara eso”, me dijo como para ganar tiempo antes de responder y rematar: “Debes hacer un partido perfecto”.  

Y es verdad, el momento es de Tigres, la época es de Tigres, los futbolistas son de Tigres, el mejor entrenador -Ricardo Ferretti- es de Tigres, y la directiva  -que ha hecho un gran trabajo- es de Tigres, pero si se trata de futbol, Chivas ha jugado a un ritmo, a una velocidad y muchas veces -no con la regularidad soñada- en un nivel óptimo. 

Y más allá de las lesiones, de sus carencias para definir ante el marco contrario, estoy seguro de que cuando ruede el balón este jueves en el Estadio Universitario de San Nicolás, un equipo de sólo 11 mexicanos tendrá lo suficiente para emparejar el duelo y provocar una batalla final de gran espectáculo y pronóstico reservado.   

Chivas ha comenzado la semana con nuevas dudas sobre la salud física de sus futbolistas: el veterano Carlos Salcido y el joven Carlos Fierro salieron golpeados del duelo ante Toluca. Ángel Zaldívar volvió a resentirse de su lesión y hay otras ausencias -Pereira y Brizuela-con las que el Guadalajara, a pesar de todo, ha podido subsistir.     

Pero Almeyda nos insinúa a que veamos lo positivo de este equipo: el aparato defensivo -Cota, Alanís, Vázquez, Hernández- se ha portado a la altura. Chivas es un equipo confiable, pero su verdadero secreto comienza en el mediocampo, donde jugadores como Orbelín Pineda y Rodolfo Pizarro se ‘roban’ los reflectores. A partir de ellos, Chivas genera el futbol y las oportunidades que lo mantienen en competencia.     

Por lo pronto, y aún a unas horas de que comience el duelo, Chivas ya ha pisado con fuerza en el sitio que históricamente le corresponde, el de un equipo de gran tradición, de enorme orgullo, de avasallante pasión, de incondicional amor -más que de odio-, el de un cuadro que despierta envidia, miedo e inseguridades en otros  y el de una sentencia que a algunos les puede gustar o no: el “más grande”, el club más grande del futbol mexicano. 

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