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Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

La Liga lanza un ¡Goya!

2018-02-13 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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“Necesito tiempo”, casi imploraba Rodrigo Ares de Parga apenas hace algunos meses, en noviembre pasado, cuando Pumas tocaba el fondo de la tabla y su futuro lucia angustioso.

El tiempo, en un club al que no le sobra el tiempo, casi de manera mágica, puso a Pumas en su lugar. El tiempo y algunas decisiones exactas, puntuales, inteligentes. Seis fechas después, Pumas no sólo está invicto, sino que se ha dado ‘el lujo’ de competirle al tú por tú ante dos grandes e inobjetables aspirantes al título del Clausura 2018 (Tigres y América), y ha dejado patente de que tiene una forma, un estilo y una convicción apegada a sus colores.

Los Pumas se encuentran cómodos en la cancha y sus aficionados también están cómodos con lo que ven en ella y el cómo se desempeñan. Hay una comunión absoluta en un club que siempre debe estar preocupado por las voces que se desprenden desde el palomar o desde el pebetero.

“Pronto verán que hemos tomado las decisiones correctas”, prometía en aquella ocasión el presidente de Pumas, Rodrigo Ares de Parga, presionado por el ambiente hostil que parecía generarse al interior y exterior del equipo, y con la cercanía del club a los últimos sitios de la tabla de cocientes.

Una de esas decisiones correctas (que ya hoy catalogaría como ‘brillante’) fue convertir el interinato como entrenador de David Patiño en algo definitivo. Nadie mejor que él para entender las necesidades de este club. Muy cerca de Patiño, el trabajo siempre distinguido de un conocedor del futbol y de la filosofía universitaria como José Luis Arce y los aportes que sigue haciendo Sergio Egea, tras su poco afortunado paso como entrenador. Pumas encontró a la gente adecuada en el puesto adecuado y eso hay que agradecérselo a Ares de Parga.

En la cancha, los nombres de los refuerzos extranjeros deslumbran (Matías Alustiza que se combina con Nicolás Castillo al frente del equipo, el chileno Marcelo Díaz que junto con Abraham González le han dado otra dimensión al medio campo y el veterano español, Alejandro Arribas, que le ha otorgado orden y liderazgo a la defensa), pero el verdadero secreto parece encontrarse en el reencuentro del club con su propia ‘sangre’, los jugadores de Fuerzas Básicas: Jesús Gallardo, David Cabrera, Pablo Barrera, Luis Fuentes, Luis Quintana, Josecarlos van Rankin y el portero Alfredo Saldívar.

Pumas ha vuelto a su fórmula original: jugadores extranjeros que elevan su nivel de juego y futbolistas de su cantera que entienden la responsabilidad de llamarse Pumas y de representar cabalmente el espíritu universitario en el juego. En un futbol donde los que mandan son generalmente equipos que juegan con una mayoría de futbolistas foráneos, Pumas cuida su identidad y sale al campo (como lo hizo el viernes en Morelia) hasta con siete jugadores formados en el Pedregal.

El campeonato aún tiene mucho camino por recorrer y pueden suceder muchas cosas. Está claro que los Pumas no tienen lo que es la banca de Tigres, o de los Rayados del propio América, pero ha encontrado una forma de competir y difícilmente perderán ese ritmo. Bien por David Patiño y sus futbolistas, por Arce, Egea y, claro, por Ares de Parga, que pidió tiempo e hizo los movimientos correctos e inteligentes.

El futbol mexicano lanza hoy un ‘Goya’ orgulloso. Pumas está donde debe estar.

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