‘A muerte’...

Y puede que, a pocos meses del Mundial, no tenga tranquilos ni satisfechos y mucho menos contentos a los aficionados, a la mayor parte de sus colegas, a algunos futbolistas, a ciertos directivos, además, por supuesto, de los críticos de la Selección Mexicana. Pero tiene algo que puede ser esencial al momento de buscar el éxito en el campo de juego: a sus jugadores. Ellos no sólo han disfrutado y reconocido la era del entrenador colombiano en la Selección. Lo quieren y lo defienden ‘a muerte’.

En medio de las rotaciones, los experimentos, los cambios de parados tácticos, algunos resultados adversos y escandalosos -el 7-0 ante Chile de la Copa América del Centenario y el 4-1 contra Alemania en la Copa Confederaciones-
y el hecho, sin duda, de que se trata de un entrenador extranjero dirigiendo a una Selección Mexicana, Osorio ha sido el ‘blanco perfecto’ de todas las carencias que ha tenido el proceso para llegar a Rusia 2018 -aunque irónicamente ese proceso, el de la eliminatoria de Concacaf, ha sido lo mejor de su mandato en el Tricolor-.

Pero los futbolistas, sus futbolistas, están totalmente convencidos de que el sistema de Osorio es el adecuado, que las rotaciones generan una competencia interna muy sana y de que poco antes del Mundial encontrarán los tiempos y los modos para finalmente adaptarse a su filosofía de juego.

Los futbolistas de esta Selección -los líderes, los de más personalidad, tiempo y aun los jóvenes- están completamente convencidos de que cuando llegue el momento de la verdad, el 17 de junio en Moscú, la Selección Mexicana tendrá un perfil competitivo para tratar de lograr la mejor participación en la historia de una selección.

Yo estoy de acuerdo en que México no ha encontrado su mejor nivel futbolístico y que Osorio no fue traído únicamente para darle tranquilidad en el proceso clasificatorio hacia al Mundial.

Creo que las expectativas mexicanas en Rusia son limitadas -por no llamarle ‘pobres’-, pero no deja de impresionarme la forma en que los futbolistas están convencidos de que la situación será distinta cuando afronten la competencia más elevada y trascendental.

Quiere decir, finalmente, que algo bueno existe alrededor de esta Selección y de este proceso: La solidaridad de los futbolistas hacia su entrenador. Osorio ha sido capaz, dentro un mundo confuso, de generar un ambiente adecuado.

Los jugadores que actúan en Europa me dicen que en cada Fecha FIFA toman un avión para viajar 10 o 12 horas y lo hacen con mucho gusto e ilusión. Hay un ambiente fantástico y poderoso en el vestidor de esta selección.

Todos se llevan bien, hay camaradería, devoción y respeto entre los integrantes del grupo que es, sin duda, un aspecto fundamental para encontrar el éxito en cualquier ámbito del deporte.

“Ha creado tal ambiente que vamos con gusto a los llamados de Fecha FIFA y a las concentraciones”, me dijo un futbolista joven. Otro, más experimentado y consagrado en Europa, afirmó sin titubeos: “Es como un genio. No todos lo comprenden. Nosotros sí”.

Es verdad que en el futbol no se trasciende con un buen ambiente en el equipo, sonrisas y abrazos, que hay que buscar condiciones del juego que en realidad te permitan competir cuando eres exigido al máximo y que esta selección no lo ha logrado todavía, pero hay, por otra parte, muchas ventajas cuando un grupo llega fortalecido moralmente a una competencia como el Mundial. Los futbolistas creen en los métodos de Juan Carlos Osorio, están con él y para él ‘a muerte’ y pase lo que pase…