No hay que llegar primero...

La letra de la canción de José Alfredo no lo puede decir con mayor exactitud: “Lo importante no es llegar primero, sino saber llegar…”. Lo mismo se podría aplicar en el futbol mexicano en víspera de una de las Liguillas más complejas en la lucha por el título de la Liga.

El cierre del torneo y el inicio de un nuevo mini torneo es fundamental para ceñirse la corona. Lo sabe el León que ha dominado a placer el certamen regular y que el sábado, en Guadalajara, tuvo su peor actuación en mucho tiempo y también lo sabe Cruz Azul, que ha cerrado mejor que nadie ligando partidos sin derrotas (9) y escalando peldaños en la clasificación general. Y lo sabe también el América, con un paso irregular (seis derrotas en la temporada), pero cuyos números en instancias finales le han significado el sobrenombre de “animal de Liguilla”.

No es que el campeonato regular se signifique como un síntoma anecdótico para efectos de la Liguilla, pero el futbol mexicano, en esa confusión o duda eterna de ser equilibrado o irregular, suele matizar a quienes tengan el momento. El momento hoy es de un Cruz Azul que de pronto ha readquirido una estabilidad en su juego -nunca siendo espectacular-, pero donde encuentra el resultado. El equipo ha recuperado su orden defensivo basado en el trabajo de Corona, de Aguilar y Lichnovsky, y ha encontrado en el argentino Milton Caraglio al futbolista y al goleador por el que apostó Ricardo Peláez y que causó una gran controversia durante los peores momentos de este Cruz Azul en el torneo. Hoy, con Caraglio en punta, con Alvarado, Orbelín y Méndez volviendo a un nivel, el peruano Yotún cada vez más compenetrado, La Máquina tiene solvencia y tranquilidad, y también goza de cierto anonimato -el semestre pasado se veía presionado por su liderato general- para desde esa posición tratar de acabar con el largo ayuno de campeonatos.

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Es obvio que la experiencia y la contundencia de equipos como América, Tigres y Monterrey puede ser fundamental. Nadie puede olvidar, cuando comience la Liguilla, la extraordinaria y brillante -sobran los epítetos- campaña que ha hecho el León que tiene todos los méritos o quizás alguna sorpresa fraguada en el Pachuca -que tiene equipo para hacerlo-, pero Cruz Azul ha cerrado mejor que nadie, tiene un buen entrenador y ha logrado establecer un sistema de juego efectivo con base en los futbolistas que posee.

La Liguilla mexicana se juega bajo otro tipo de presiones y argumentos futbolísticos. Es más, una prueba mental que futbolística y este Cruz Azul jura y perjura que a partir de la crisis, ha cerrado filas y hoy esta más compenetrado que nunca. Lo veremos pronto, cuando se necesite de esa “sangre” que el club no ha tenido en las últimas décadas.

La experiencia en el futbol mexicano nos demuestra que no alcanza con llegar primero, hay que saber llegar… Y Cruz Azul llega brioso, ordenado, sano y esperanzador. ¿Será “la señal” que tanto han esperado sus aficionados?