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Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

Osorio, un desperdicio

2018-06-22 | David Faitelson
DAVID FAITELSON
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Era una franca posibilidad para un tema que el futbol mexicano siempre ha evitado: la continuidad. Juan Carlos Osorio habla del futuro del balompié nacional sin incluirse en él y no es buen síntoma.

“No es tiempo de pensar en ello”, dice Osorio en una semana donde los expertos, los críticos y la opinión cambiaron en 180 grados lo que en un principio pensaban de él. El entrenador colombiano no tiene demasiada prisa en resolver lo que sucederá mañana. Sabe que el Mundial puede abrirle un horizonte diferente. Y después de lo que ocurrió en el Luzhniki, el viento y el tiempo están a su favor.

Antes del Mundial, la Federación había tentado el terreno ofreciéndole una renovación. Osorio dijo que no. Esperará para escuchar ofertas de Colombia, de Estados Unidos o de Europa. México ha pasado a segunda escena.

Es una verdadera pena. México descubrió tarde que Osorio podría ofrecerle la posibilidad de llevar su futbol hacia el siguiente nivel. Deberíamos estar plasmando un proyecto del que se puedan esperar resultados mayores en un par de Mundiales.

Yo sí me imagino a Osorio a la cabeza de un ambicioso plan hasta el 2026, el Mundial que México hará prácticamente en casa. Ahí sí que se podrían contemplar resultados a gran escala, con un trabajo sostenido, un proyecto respetado y respaldado y un mismo estilo de juego que le daría a la Selección otro tipo de 'armas'.

Osorio se transformará en un 'desperdicio'. El futbol mexicano está por desechar lo mejor que le ha ocurrido en la ultima época, un técnico serio, estudioso, trabajador y alejado de la escena mediática y de los grandes escándalos.

Y el siguiente paso lo conocemos: acudir al horizonte doméstico. Entrenadores hechos en el futbol mexicano y que se preocupan poco por acceder hacia el mundo globalizado. Volveremos a caer en el mismo sendero de Herrera -y los 'riesgos' que conlleva- o experimentaremos con Matías Almeyda.

Pase lo que pase en el camino mexicano del Mundial, yo creo que Osorio no está pensando en quedarse… 

Con los pies en la tierra

Sí, 'imaginémonos cosas chingonas', como sugiere Javier Hernández, pero vamos a hacerlo con los pies en la tierra y entendiendo que el desarrollo de un futbol para ser una potencia ocurre amparado y basado en una estructura sólida y en trabajos a largo plazo. No se puede ser campeón del mundo por generación espontánea, por un milagro o porque los futbolistas y un DT cierran filas.

Respeto y aplaudo la mentalidad del Chicharito. Está en su lugar, pero yo estoy en el mío. Soy periodista, no porrista ni tampoco psicólogo o motivador. Cuando me siento frente a una cámara adquiero una responsabilidad profesional que me obliga a hablar amparado en hechos, no en suposiciones ni en sueños. Y si volviera a realizar la entrevista de hace dos meses en Londres le diría exactamente lo mismo: México no es favorito para ganar el grupo y que pensar que lo puedas hacer me parece una fantasía.

No puedes combinar una profesión de periodista con una de aficionado exacerbado por los resultados de un domingo. Cada cuatro años ocurre lo mismo: la gente cree que los periodistas somos parte de la delegación futbolística del país. “Antes de periodista eres mexicano”, te increpan casi obligándote a cumplir con su deseo de que te involucres en la festividad que ellos tienen. 

Lo siento. No me hice periodista bajo esa escuela. Tengo mis límites y cuando un periodista se permite adquirir el carácter de fan pierde gran parte de su credibilidad. Puedes venir a un Mundial como aficionado o como periodista, pero no puedes hacer ambas al mismo tiempo ni cambiar de una posición a otra.

Respeto el legítimo derecho del futbolista, del entrenador y de los aficionados por aspirar a lograr lo que parecía imposible. Felicidades para todos ellos. 

Estoy seguro que esa clase de triunfos también permearán en mi forma de hacer periodismo en el futuro. Veré, con otra cara y postura, las posibilidades mexicanas ante exámenes de grado mayor como el que afrontó el domingo, pero jamás rebasaré la delgada y delicada línea que separa mi trabajo profesional con el de los aficionados, a quienes quiero y respeto por su gran conocimiento.

Los jugadores, el entrenador y los aficionados deben tener pasión por el futbol. Yo, por el periodismo…Y todos estamos y estaremos bien.

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