¿Pobre Chivas? o ¿Chivas, el pobre?

Del “Pobre Chivas” al “Chivas, el pobre”, hay más que una diferencia semántica. Hay algunos millones de pesos o de dólares que pueden marcar la diferencia en los tiempos que actualmente vive el futbol mexicano.

Fuimos testigos de ello en la descomposición que el Club Deportivo Guadalajara ha sufrido en los últimos tiempos. Un problema personal de Jorge Vergara llevó a la institución a una situación complicada. Esto, más su alejamiento también por asuntos personales.

Chivas no tiene hoy la solvencia para salir al mercado a comprar lo que necesita. El verano pasado se desprendió de su mejor futbolista, Rodolfo Pizarro, para ganar dinero. Este verano, salió a comprar lo que estaba a su alcance: ni Oribe ni Alanís ni Briseño le significaron un gran desembolso.

José Luis Higuera lo negaba tajantemente. Amaury Vergara tampoco se descubrió. Están cuidando una marca, pero la realidad es que a Chivas se le exige competirle al América, Tigres, Rayados y Cruz Azul, sin estar en las mismas condiciones económicas.

Chivas no es un equipo sin recursos, vamos, no está en camino a la quiebra, pero no tiene la capacidad de sus grandes competidores. América, Tigres, Rayados, Cruz Azul y hasta León pueden contar con dos futbolistas de primer nivel por cada posición. El Guadalajara no, está limitado a un grupo de buenos —medianos— futbolistas que hacen lo que pueden.

Sus fuerzas básicas, que debían ser la respuesta en estos tiempos de desgracia deportiva —siempre lo dijo Jorge Vergara— no están en condiciones de resolver. Alrededor del equipo se teje una corriente real y también falsa. La real: futbolísticamente este Chivas tiene pocos recursos para responder. La mentira es que Chivas va a descender.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: NUEVO AMERICANISTA Y NUEVO AMERICANISMO...

Primero, cambian las reglas de la Liga y ocurre una replanteación o una revolución futbolística a que se consume el descenso del Guadalajara. Esté tranquilo si usted es aficionado de Chivas. No descienden, así tenga que hacerse un decreto al respecto.

La culpa no es de Tomás Boy. Tampoco de los futbolistas que hacen lo que pueden. El equipo ha corrido y ha sudado la camiseta en Torreón el domingo. Lo que le ha faltado es calidad para competir por el juego. No la tiene. Por una acumulación de malas decisiones y un deterioro que ha venido desde la oficina y no desde la cancha de juego.

Chivas es lo que es hoy gracias a situaciones que han ocurrido en su interior y en su entorno durante los últimos años. Malas decisiones, el abandono de Vergara y los problemas de índole económico que no le han permitido responder en una situación de emergencia como la actual.

¿Dónde va a terminar esto? En ninguna parte. Chivas no es aspirante hoy a pelear por la Liguilla. Suma cuatro torneos sin meterse entre los ocho mejores. Los problemas de descenso los va a sortear, con la ayuda de alguno más de los involucrados y con 'la mano' de la Liga MX y de la FMF.

Necesita seguir trabajando en Fuerzas Básicas, tomar decisiones inteligentes y tratar de regresar a los tiempos de bonanza económica. Mientras tanto, tendremos que conformarnos con un equipo mediocre, poco competitivo, que daña o arrastra la gran imagen de lo que el club ha significado en la historia del futbol mexicano.

“Pobre, Chivas”, o mejor dicho: “Chivas, el pobre”.