Reinventarse o morir...

Reinventarse o morir. Las opciones se acaban para Chivas…

Lo que una semana supone ser la caída definitiva -el tocar fondo-, a la siguiente se transforma en un hundimiento aún más profundo y doloroso.

Chivas no encuentra oxígeno. Firma su carta campaña consecutiva sin Liguilla, se rezaga en la tabla, no encuentra las condiciones futbolísticas y arrastra su grandeza y prosapia de manera vil y miserable. Chivas necesita una esperanza a la cual aferrarse. Pero no se equivoquen. No es un nombre propio, un personaje, un futbolista, un entrenador o un directivo. Lo que necesita Chivas es un plan, una estructura, un proyecto en el cual creer y confiar.

La solución no es que “se vayan todos”, como claman los aficionados. Creo que el primero que debe dar un paso al frente es Amaury Vergara. Entender la responsabilidad que le ha heredado su padre, el compromiso más que deportivo, futbolístico, que significa ser el dueño de las Chivas.

Es tiempo de que Amaury crezca, ponga orden, imponga su personalidad y su pensamiento. O, de plano, que se haga a un costado y que acepte que no tiene una pasión por ser el propietario de uno de los clubes más pasionales de México y el continente. La verdadera prueba está sobre él.

La responsabilidad le ha caído en un momento donde su padre ha tenido que apartarse del club -motivos personales, punto-. Es tiempo de que acepte la responsabilidad o se retire.

En el “que se vayan todos” tampoco significa que echando a José Luis Higuera o buscando un sustituto de Tomás Boy, Chivas encontrara una recuperación.

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La solución radica en generar orden, una sola dirección y tomar las decisiones adecuadas. Higuera debe encontrar su lugar en el club y darle el mando y el poder de las decisiones futbolísticas a quienes conocen del tema. Lo de Boy requiere de un análisis mucho más profundo que los cuatro resultados que tendrá al término de la temporada. Si apostaste por él, si confías en su conocimiento y en su trabajo, debes darle una verdadera oportunidad de ser o parte de esa renovación. Si no, dale las gracias y punto.

Lo mismo sucede con los futbolistas. Hay cosas que se deben rescatar en este plantel. Estoy de acuerdo con Mariano Varela: “Con estos jugadores, el equipo tendría que estar en otro nivel competitivo”. También hay que analizar qué debe quedarse, qué debe irse, cuánto se confiará en las fuerzas básicas y con cuánto dinero se saldrá a comprar jugadores. En Chivas hay talento de sobra para competir. Hay que buscarlo, optimizarlo, exigirle y consentirle cuando sea necesario.

No debe existir “miedo” en el tema del descenso. Por lo que es y significa el Guadalajara -su rivalidad con el América-, su momento actual, el morbo, suele vender lo mismo o más que cuando está en una faceta ganadora peleando por el título. Chivas no se va a ir a ninguna parte. El futbol mexicano no lo permitirá. Hay que buscar un proyecto que no se haga bajo los vientos de desesperación y la angustia. Hay que tomar decisiones frías, con la cabeza despejada, la conciencia tranquila y sin que les tiemble la mano.

Chivas no existe más. Debe reinventarse o morir…