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Opinión

David Faitelson

David Faitelson es dueño de un estilo duro, pero frontal al momento de dar opiniones, que incluso le han traído choques con algunas figuras.

¡Tigueres…!

2018-09-21 | DAVID FAITELSON
DAVID FAITELSON
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Tal parece que existe cierto recelo en decirlo: Tigres es el equipo más poderoso del futbol mexicano.

Y habrá que aceptarlo, aun después de que ha conseguido su primer trofeo internacional de la época que para muchos tiene poca validez, y a pesar de que tres nombres “grandes” y populares en la historia del futbol mexicano —Cruz Azul, Pumas y América— dominan la tabla de competencia del actual torneo. El Tigres que de pronto se “duerme” durante el campeonato y que parece alejarse de cierta regularidad que se exige a los clubes de vanguardia, es el mejor de México en la ultima década. Tal y como alguna vez lo marcaron el Chivas campeonísimo de mediados del siglo pasado, el Cruz Azul de los setenta, el América de los ochenta, el Necaxa de los noventa, el Toluca de comienzos de este siglo y hasta caer en el equipo de Ricardo Ferretti. Un dominador de tiempos.

No sólo se trata de un plantel amplio y lleno de calidad, también, inobjetablemente, de un equipo que juega con un estilo propio en la cancha, que combina una condición colectiva —lograda mayormente por el trabajo de Ferretti— y que tiene figuras capaces de transformar el juego en cualquier momento —Gignac, Nahuel, Vargas, Juninho, Ayala, Torres Nilo, Pizarro, Dueñas, Zelayarán, Valencia, Sosa, Aquino—. Hay más que dinero detrás de este equipo. Hay una manera, una
forma de hacer las cosas que promete dejar un legado en la historia de nuestro futbol.

En un futbol donde “cualquiera” —yo diría que muchos— pueden ser campeones, nadie ofrece las garantías de Tigres. Puede ganar o perder, puede gustar o de pronto decepcionar, pero eso no le aleja de su condición de club de época en el futbol mexicano.

Ganar el trofeo de la Copa de Campeones en lo que supone ser el primer acercamiento de muchos que tendrá la Liga MX y con la MLS de los Estados Unidos, no significa, de ninguna forma, una “hazaña” futbolística, pero ratifica la mentalidad y la creencia de lo que los clubes son, se sienten o quieren ser grandes, deben llevar gloria a sus vitrinas y felicidad a sus seguidores cada vez que puedan hacerlo. Tigres lo hizo justo cuando pesaba una ausencia de resultados internacionales reflejada en la derrota de una Final de Copa Libertadores y de dos torneos de clubes de Concacaf.

Tigres vive y sobrevive hoy en día en medio de la telenovela —“cachondeo”, como le llamó el presidente de Tigres, Miguel Angel Garza— de Ferretti y la Selección Mexicana de futbol. Un tema que lamentablemente se ha enmarañado por la pobre y no muy clara gestión de la Federación Mexicana de Futbol. Esperemos que ello no termine afectando al equipo o al 'Tuca'. Es demasiada presión responder todos los días preguntas que tienen que ver con la “salud” de Tigres y con el provenir de la dirección técnica de la selección.

El 'Tuca' está a punto de batir un nuevo récord en el futbol mexicano. Si Tigres accede a la Liguilla —que júrelo usted, lo va a conseguir— el legendario entrenador superará a Ignacio Trelles 'Don Nacho' como el hombre con más partidos dirigidos en Liga. La marca actual es de mil 083 juegos. ¡Impresionante!

El miércoles en Toronto y el domingo, otra “final”, como si lo fuera, un Clásico lleno de pasión, de polarización, de historia y hasta de modos diferentes de pensar y de vida. Tigres sale a jugarse nuevamente su prestigio ante el odiado rival del otro lado de la ciudad. Otro “trofeo”, este imaginario, que no puede dejar escapar.

Nos hemos cansado de caer en la misma polémica: ¿Cuál es el secreto de un “club grande”? ¿A qué obedece ese denominativo? ¿Es la historia, es el abolengo, es la popularidad? ¿Dónde se esconde la grandeza? ¿Quién o qué lo determinan? La respuesta es sencilla. Basta con ojear los periódicos del jueves: un club “grande” toma trofeos, no importa del tamaño o de la importancia que sean, se los lleva a sus vitrinas y se los brinda a sus aficionados. Tigres lo hizo.

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