Un Chivas vergonzoso...

Puede que por una razón diferente, pero los dos personajes que mayor beneficio han provocado en Chivas en los últimos tiempos están “exiliados”.

El lunes le pregunté a Matías Almeyda en San José qué había sido más traumático para las Chivas: perderlo a él o a Jorge Vergara. No tardó demasiado en responder que el dueño del club era “un genio” imposible de sustituir.

Si Almeyda es lo mejor que le ha pasado a Chivas en los últimos 20 años, Jorge Vergara debe ser lo mejor que le ha sucedido a Chivas en al menos 50 años. El Guadalajara lamentó la pérdida de Almeyda, pero no se ha recuperado del alejamiento del propietario del club. Y eso volvió a notarse en el momento menos apropiado. El miércoles, en el Azteca, mientras jugaban un Clásico.

El América no necesitó de su faceta más brillante para ganar el primer Clásico de la semana y echar a las Chivas de la Copa. La realidad es que lo ganó fácil, jugando bien, sí, pero ante un rival que no existió.

Los futbolistas de Chivas olvidaron una de las condiciones más sagradas de esta clase de juegos: cuando no encuentras nivel o condición futbolística, entonces pon la garra, el espíritu, el coraje o lo que se tenga para luchar en la cancha. No lo hizo. Todo lo contrario. Este Guadalajara se vio nervioso, dubitativo, indeciso y muy poco ambicioso. Se fue haciendo pequeño mientras el América insistió, sin alcanzar la excelencia, fue mejor y punto.

Creo que el primer error fue de Cardozo y del resto se encargaron los futbolistas.

No puedes comenzar enviando el mensaje de que vas a jugar con un “equipo B” dejando en la banca a Brizuela, a Pulido, a Gudiño y a Van Rankin. Cardozo no le dio la categoría que merecía el juego. Y luego los 11 o 14 que participaron en la justa avergonzaron la historia tan rica y profunda de Chivas. Jugaron a no perder y al final se llevaron exactamente lo que merecían.

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No sé si Cardozo haya hecho planes para darle prioridad al juego de Liga. Si lo hizo, se equivocó. No puede menospreciar nunca ningún Clásico, así su objetivo sea el de clasificar a la Liguilla. Al América se le juega siempre con lo mejor de tienes. No puedes guardarte “las canicas” cuando hay tanta pasión y orgullo de por medio. Y luego están los futbolistas. Un Clásico se juega sin contemplaciones ni miedos ni reservas. Se da casi “la vida” por la camiseta. No se puede salir al campo distraído, nervioso o atemorizado.

La problemática del Club Deportivo Guadalajara es mucho más profunda y grave de lo que parece. Hay un gran vacío estructural que es el resultado de la ya larga ausencia del dueño Jorge Vergara. Digamos que ni Amaury, su hijo, ni José Luis Higuera, le han podido dar a Chivas el mismo grado de responsabilidad que requiere un equipo de estas dimensiones. Ello se ha transmitido al entrenador y al plantel.

Chivas tiene una “revancha” este sábado. Tampoco será tan complicado jugar mejor que lo que hicieron en el Azteca. Con todo respeto y sin él, Chivas avergonzó a su propia historia. Y el principal problema es que no hay un personaje que se los haga entender. Matías Almeyda y Jorge Vergara, cada uno por diferente razón, están en el exilio.