opinion.felipe-morales.pumas-desea-una-dulce-venganza-ante-america
Opinión

Felipe Morales

Con un estilo fresco y una pluma original, Felipe Morales nos cuenta las mejores historias del futbol desde su perspectiva periodística.

Pumas desea una dulce venganza ante América

2018-12-03 | Felipe Morales
FELIPE MORALES
Comparte en:
Contenido Patrocinado

La Liguilla tiene ciertas peculiaridades cuando la noche abraza a las propuestas. El que va ganando con holgura, normalmente termina sufriendo y el que va perdiendo, casi siempre, termina sudando orgullo. Uno (América) avanza con la mirada clavada en el pasto y el otro (Toluca) se va a casa con el pecho inflado viendo al cielo del lamento. 

Es cuestión de estados de ánimo, porque se supo después que, a veces, es mejor perder muriendo de algo, que ganar viviendo de casi nada. 

Sin embargo, eso poco le importa al aficionado capitalino, que, pase lo que pase, ha asegurado la Final de Vuelta en la Ciudad de México. Si desde la temporada 83-84 no accedían a Semifinales Cruz Azul, Pumas y las Águilas, entonces ayer se actualizó ese fragmento de la historia, porque al futbol no le gustan las rutinas. 

No importa que las Águilas se hayan empeñado en saltar al vacío, descubriendo en el aire que no servía el paracaídas.

Pero el reloj sí. Y ese, que corre al parejo de la vida, paradójicamente fue el que le dio aquel vapor de vida.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: EL PARTIDO QUE NADIE QUIERE JUGAR 

Primero porque Roger Martínez activó el sensor goleador, en una carambola defensiva; esquivó a Talavera y le habló al oído a la red; después, porque Bruno Valdez no le pide permiso a nadie para pilotear sobre los aires del gol y al final, porque a Paul Aguilar le fascina tatuarle el empeine al cuero, con disparos de volea, que cortan el aire. 

Rodrigo Salinas fue expulsado y cuando el América era más, prefirió ser menos, porque el Toluca tejió con hilo fino un tiro libre, que bordó una anotación desde los pies del sastre Rubens Sambueza; pero también, porque jugó el corazón y remató William da Silva, con el ayer azulcrema por delante y la contundencia por detrás de la central. William se plantó ante Agustín Marchesín y le anotó al recuerdo.

Enrique Triverio había vaciado un cabezazo en la frontera del gol; se descubrió tan solo, que pensó antes en el festejo que en la culminación…

Los Diablos sudaron fuego; el América, que enfrentará a Pumas, se consumió en el hielo, entre una preocupante y recurrente distorsión que oscila entre tener confianza y ser un confiado por falta de corazón…

 

 

Contenido Patrocinado