Un prestigioso superlíder

No es que el superliderato sirva de algo, pero da prestigio. No es que el prestigio sirva para ser superlíder, pero da confianza. No es que la confianza sirva para un campeonato, pero te acerca a uno. No es que el Cruz Azul ya sea Campeón, pero es superlíder, tiene prestigio, acumula confianza y juega como el ganador que ya es y el que pretende seguir siendo hasta el final... 

Por eso, Adrián Aldrete sostuvo un diálogo con la red, desde la vista. Utilizó la mirada como aviso del gol; le dijo, con la pupila, que se preparara para moverse, porque ya había pactado con el balón, un viaje kilométrico y, sin escala, hacia el gol. Fue uno de esos trayectos de cuero tan largos, que acumulan millas, desde los pies de piloto de un Aldrete con muchas horas de vuelo, por izquierda...

Adrián hizo de aquel tanto, algo plástico, desde el acomodo del cuerpo. Abrió fuego con la pierna zurda hacia el poste más lejano de un arquero dinamitado con su exceso de puntería. 

Aquel envío de Aldrete, desde afuera del área, fue antecedido por una salida pálida y entregada. Atlas se quemaba en las brasas de sus errores. Como siempre. 

Como enfrente está Cruz Azul, no conviene equivocarse. Pero el Atlas se equivoca casi por conveniencia. Si respira, falla. Y si falla, deja de respirar. 

Entonces, a consecuencia de un abanico de rebotes e indecisiones en el área, Milton Caraglio, llegó, cobró y se escapó hacia el festejo. Con un zurdazo, desviado por Leiton Jiménez, venció a un Hernández vaciado y sumergido en el agua de la lluvia, que le quema y de la impotencia que lo ahoga. 

Si el Atlas, por instantes, tuvo pulso de gol, su contundencia nació muerta. Mucho porque La Máquina cruzó los brazos y se recostó en el campo, al que primero trabaja y al que después descansa, para no desbaratarlo más de lo que está, aunque está mejor...

Es cierto: No hay viento favorable para quien no sabe hacia dónde se dirige, y los rojinegros vagan en una desorientación sin brújulas, a mar abierto. 

Cruz Azul es superlíder, prestigioso, confiado, pero eso, sabemos, hasta ahora no sirve de nada...