Crisis mundial

Después de ver los arbitrajes en el juego de Real Madrid y en la Concachampions nos damos cuenta que el arbitraje a nivel mundial es un caos. No es posible que en el mejor futbol se tenga un arbitraje tan limitado; la FIFA se equivocó en la forma de capacitar y su mejor salida es aceptar la tecnología. Creyeron que con sus flamantes videos de opción múltiple, de trabajar y saturar reglamentariamente a los árbitros todo iba a funcionar, pero fue lo contrario. Los árbitros necesitan que les enseñen a arbitrar porque muchos no saben y en muchas partes están creando robots convertidos en pitar faltas.

Volando
El que anda en las nubes es César Ramos, quien dice ser un ícono del arbitraje mexicano. ¿En verdad sabrá lo que significa eso? Por favor, primero que aprenda a cambiarse el pañal, chamaquito mal ubicado, que hoy en día está fuera de los primeros cinco lugares del arbitraje mexicano. Por primera vez en la historia, uno que no es el mejor de México y Concacaf va ir al Mundial, así de mal está el arbitraje mexicano. Ahora que fue designado a la Final de Concachampions ojalá muestre otra faceta, pero espero que no le pase lo de la Final en León, donde le dieron de manotazos, lo insultaron e hizo un pésimo arbitraje.

Los FIFA
En mi anterior columna comentaba que los árbitros FIFA están en extinción. Esto se puede comprobar con números, ya que de las últimas 45 designaciones en el campeonato mexicano, sólo han participado en 17; no sé si la Comisión de Árbitros está apostando por los jóvenes que en varios casos los están arriesgando y, para muestra, hay que ver la irresponsabilidad que hay en las designaciones en esta próxima jornada, donde designan a árbitros novatos en partidos de alto riesgo, o bien ya empezó la venganza por aquel paro que ocasionó grandes pérdidas económicas a los directivos.

Instructores
Hoy, los visores de los partidos de la Primera División son árbitros fracasados y para que no los demandaran les ofrecieron estos puestos, ojalá y algún día nos informen quién está a cargo del área técnica, porque las malas lenguas dicen que los silbantes ya no quieren a Rodolfo Sibrián.