Mal informan
Después de ver el partido de la Final de la Champions, y de la cual leí cualquier cantidad de comentarios en redes sociales y TV con respecto al arbitraje y Sergio Ramos, me da mucha tristeza que exista gente a la que le dan la oportunidad de tener un micrófono en la mano mal informando al público. No dudo que muchos que no hayan pisado una cancha, utilizado un silbato o se hayan preparado para analizar un partido tácticamente, puedan hacer comentarios objetivos, pero cuando te gana el color de una playera o el odio a otra, lo hagan de mala fe, perdiendo objetividad y credibilidad.
Hay tres jugadas clave en este partido, pero quisiera primeramente hablar de la correcta conducción del serbio Milorad Mazic, quien tomó decisiones acertadas, dio gran fluidez al partido y mantuvo una extraordinaria comunicación con sus asistentes, que también hicieron buen trabajo.
La primera acción polémica para algunos es la de Sergio Ramos con Mo Salah, quien desafortunadamente sale lesionado. Para aquellos que no saben de arbitraje y destrozaron a Sergio Ramos, quiero comentar que es una jugada totalmente accidental donde ambos van forcejeando por la disputa del balón y Ramos, por la inercia de la jugada, cae sobre Salah que lamentablemente tiene que salir del partido.
No veo falta, no veo mala fe de lesionar a un adversario, lo que sí veo es mala fe en los que destrozaron al árbitro y Sergio Ramos en una acción bien calificada por el silbante.
La segunda acción a discutir es el gol de Karim Benzema: muchísima gente comparó esta jugada con la de Ronaldinho en Querétaro, pero son totalmente diferentes.
En la del brasileño, éste impide despejar el balón cuando el portero pretendía exponerlo al juego, mientras que en la de Benzema es todo lo contrario: éste sí permite que el portero juegue el balón y lo ponga en juego, por lo que reglamentariamente la decisión de validar el gol es totalmente acertada.
La tercera acción es la mano de Casemiro, la cual no es deliberada, pues le pega en el codo sin que tenga la intención de cortar la trayectoria del balón o jugarlo deliberadamente, por lo que fue otra decisión muy bien calificada.
En general, no hay que hablar de influencia del arbitraje en el partido porque no fue así. Lamento que se hable más de Sergio Ramos que del golazo de Gareth Bale o criticar fuertemente al portero del Liverpol, Lorius Karius, por los dos errores que cometió, pero eso sí, nadie habla del golpe en la cara que le da Mane a Sergio Ramos, una acción que tenía que ser juzgada con tarjeta roja. Ahí, los que mal informan no dijeron nada.
Por último, resalto que me dio mucho gusto ver el gran trabajo arbitral y no dudo que el serbio sea uno de los grandes candidatos para dirigir la gran Final de la Copa del Mundo.
