El último galope

Cuando Peyton Manning fue enviado a la banca en la campaña regular, tras sufrir cuatro intercepciones, y un joven Brock Osweiler mantuvo a los Broncos en la pelea con triunfos sonados, incluso uno ante los Patriotas, el futuro del ‘18’ era sombrío, parecía que estaba destinado a decir adiós por la puerta de atrás. Hoy, esa despedida puede ser viajando al Super Bowl 50, pero tiene un reto mayúsculo.

Sí, Peyton está muy lejos del nivel que lo llevó a ser un QB de élite, pero ha puesto coraje en momentos clave pese a todas esas carencias. Lo hizo ante San Diego en el último juego de la temporada regular (los llevó a la victoria) y ayer, ante unos heroicos Acereros, lo volvió a hacer.

Con el marcador 13-12 a favor de los ‘Steelers’ y en una crítica tercera y 12 por avanzar, Manning sacó un riflazo al centro del emparrillado que fue capturado por Bennie Fowler. Fueron 31 yardas que llevaron a los Broncos hasta la yarda 36 de Pittsburgh y así se mantuvo una serie ofensiva que terminó con el TD con el que Denver tomó la ventaja definitiva.

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