Una fiera... y el suplicio

Los Bengalíes de Cincinnati dieron ayer un mensaje a la Liga de que, ahora sí, deben ser tomados en cuenta para pelear por estar en el Levi’s Stadium, en febrero próximo.

Sí, los felinos mostraron casta al reponerse de una desventaja de 17 puntos ante uno de los equipos experto en liquidar partidos, peso pesado de la NFL (pese a su récord perdedor) y campeón de la Conferencia Nacional. Sí, ganaron de buena manera a Seattle.

Parece ser que Andy Dalton, quien en 2014 firmó un contrato millonario (115 mdd) por seis años más, por fin ha dado ese paso de madurez que le recriminaban sus críticos.

Claro, aún no es Postemporada (el verdadero coco del jugador pelirrojo, quien no ha ganado un solo juego en tres apariciones), pero, de entrada, luce más completo, como auténtico líder y todo indica que llevará a los Bengalíes a luchar por la mejor marca de la AFC.

Ojo, Cincinnati está a un triunfo de igualar su mejor inicio en la historia de la franquicia (6-0), en 1975 y 1988. Cuando eso ocurrió, hace 27 años, los Bengalíes se metieron al Super Bowl. Se vale soñar, le diría a los escasos (pero orgullosos) fans de Cincinnati. Dalton y su equipo están indomables.

Apenas vamos a la mitad de octubre, aún queda lejos Halloween, pero los Vaqueros de Dallas ya están viviendo su película de terror: tres derrotas sin Tony Romo los tienen con marca negativa, además de que con el triunfo de Gigantes, los de Nueva York son los nuevos líderes de la División Este.

Lo mejor para Dallas en este momento es la semana de descanso que tendrán la próxima jornada. Será un momento de respiro, de planeación, y más vale que lo aprovechen porque en la Semana 7 visitan a Gigantes y en la 8 van a Seattle. Sí, octubre de pesadilla.

De salida... esta noche, los Acereros buscarán evitar la ruta ‘terrorífica’ en la que se han metido los Vaqueros, pero dudo que lo consigan.