Vuelo de Super Bowl

En 2016, los Eagles apostaron por Doug Pederson y un chamaco llamado Carson Wentz para volver a los primeros planos. Hoy, a falta de cinco juegos para concluir la temporada 2017, Filadelfia es el equipo más fuerte de la NFL, el primero con 10 triunfos en la actual campaña y con altas expectativas de volver a un Super Bowl, algo que no sucede desde hace más de una década, cuando, lideradas por Andy Reid y Donovan McNabb, las Águilas cayeron ante Patriots en la edición del XXXIX del Súper Tazón.

Pederson y Wentz tuvieron que pagar derecho de piso la temporada pasada. Tras un inicio prometedor de 3-0, noviembre y diciembre fueron meses de pesadilla para los volátiles, pues perdieron cinco juegos al hilo. A un año de distancia, la realidad es distinta e incluso están a sólo un triunfo más de amarrar el título de su división, esto gracias a la inconsistencia de Dallas y Washington, así como la poca combatividad de los Giants.

Wentz está hecho un QB de élite. Ayer llegó a 28 pases de TD y es el líder de la NFL en este departamento. Sin duda, el jugador de segundo año está demostrando que Eagles tomó la decisión correcta con él y habrá que verlo en Playoffs, quizás con la ventaja de que dispute los juegos clave en casa, donde este año está invicto.

Pero para que ello ocurra, Filadelfia deberá mantener el ritmo para quedar como el equipo número uno de la NFC y vienen tres juegos como visitantes que representarán un reto, sobre todo dos de ellos, para sus aspiraciones de Postemporada. La próxima semana jugarán en Seattle y el domingo 10 visitarán a los Rams de Los Angeles, el equipo sorpresa de la Liga, que ayer le pegó a los Saints y tiene récord de 8-3.

Si logran salir bien librados de esos juegos, no habrá duda que los Eagles tendrán la mesa puesta para el Super Bowl LII. ¿El rival? Parece ser que podrían ser de nuevo los Patriots, a menos que Pittsburgh diga otra cosa.

De momento, Filadelfia vuela muy alto