Osorio influye en la decisión

Les cuento lo que me cuenta mi oreja europea, que ha estado más activa que nunca. Pues me dicen que Osorio conoció en su momento las ofertas chinas que le llegaron a Fabián. Y habló con él, le sugirió a manera de ‘yo que tú’, que raya más en el tono de advertencia, que no se moviera de Alemania, y menos al mercado chino, pues el Predicador le ‘comentó’ que su participación en la próxima Copa del Mundo podría peligrar si emigraba a Asia. Más claro ni el agua. Así que Marco, inteligente, ya no quiso moverle ni por los billetazos que le prometían.

Además, me cuentan que anda muy enamorado de la guapa Andrea, su novia española, con la que ya vive en Frankfurt y a la que también le gusta la ciudad.   

Para mí, el ejemplo del exchiva es el que deberían seguir los demás: combinar lo deportivo con la calidad de vida y lo económico, no sólo irse por lo último.   

No vuelven los paisanos

Y ya que estoy en esto de los mexicanos que pueden moverse en Europa, resulta que entre casi todos hay un consenso: “no regreso a México, a menos que sea para retirarme”. Así como lo leen, y eso no me lo contó ninguna orejona, yo lo escuché hace unas semanas de boca de un paisano en Portugal. La mayoría cree que volver al país es un caso extremo, que sólo lo valdría finalizar la carrera deportiva con el club que lo consolidó en el país. 

Aquí meto el ejemplo de Layún, que tuvo oferta real, de peso, de Rayados, pero prefirió dar un cortés “gracias, por ahora no”.