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Opinión

El final esperado del equipo tóxico

2017-01-19 | Gerardo Velázquez de León
GERARDO VELáZQUEZ DE LEóN
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La imagen de la Liga MX no debe prestarse a ser comparsa, tapadera o hacerse de la ‘vista gorda’ cuando existe un problema real como el que viven en Jaguares de Chiapas. Por más que aseguren que están saldadas las deudas con los trabajadores del club, la realidad es otra, y si bien hay quienes son privilegiados y cobran a tiempo, muchos otros, incluidos los juveniles, siguen sin recibir a tiempo su salario devengado. 

Filtraciones de los afectados van y vienen entre el periodismo. Desde la miseria en que se vive en la Casa Club donde no hay recursos para encender el aire acondicionado y que de las tres comidas que deben entregar al día, todas son a base de pasta, porque uno de sus socios comerciales paga en especie al equipo. Es decir, condiciones fuera de toda normalidad de lo que debe vivir un equipo profesional de futbol.

Enrique Bonilla dijo ayer: “La Liga no está de acuerdo con las acciones del club Chiapas”, entonces qué esperan para tomar reales medidas y dejar de esconder la mugre debajo de la alfombra. Dar un golpe de autoridad desde la presidencia de la Liga sería muy útil para el futuro del futbol mexicano, y no porque se trate de uno de sus socios, dejarlo que haga lo que se les pegue la gana.

También dijo: “Si hay acuerdo entre las partes, no hay problema”. Entonces, ¿de qué sirve la autoridad? Han llegado al extremo de permisión de la ilegalidad, simplemente no es válido este concepto, ya que existe un reglamento que estipula claramente las fechas en las que los adeudos no deben existir. Con este argumento, podría cualquier dueño de un equipo negociar con quien le debe y estipular pagos extemporáneos, con el riesgo de que no cumpla sin que la Liga haga nada y los deje seguir jugando.

Pero el punto principal de la conferencia de Enrique Bonilla fue: “Se le solicitó al señor Chargoy que debe deshacerse del Club Jaguares de Chiapas, para la siguiente temporada”. Y, ¿si no lo hace? ¿Que pasará? ¿Serán desafiliados? ¿Deberán entregar a la Liga la franquicia y dejarla en depósito mientras exista un comprador? En fin, ambigüedad en el concepto, pero por lo menos hay un plazo para deshacerse de un equipo tóxico de la Liga MX. 

El mensaje del presidente de la Liga debe permear en el resto de los propietarios, quienes necesitan poner orden en este tipo de situaciones y si no lo van a hacer ellos, que le den total libertad al presidente de la Liga para que ejecute las acciones que se requieran. Es insostenible la presencia del empresario en la Liga MX, debe deshacerse de un equipo que siempre estuvo acostumbrado al arropo del gobierno local, que cuando le cierran la llave no sabe cómo cumplir, y lo peor, que con algunos sí están al corriente de los pagos y con otros no, como si existieran deportistas de primera y segunda clase. 

Así como señaló que no se trata de una Liga llanera, en el caso de los escupitajos, tampoco pueden mantener esta situación que se ha vuelto cíclica toda vez que López Chargoy hace todo lo posible para ‘cumplir’ con sus obligaciones con tal de volver a jugar el torneo que viene, cuando saben perfectamente que volverán a retrasarse en los pagos. Trasciende que dos familias acaudaladas, ambas de San Luis Potosí, pueden entrar al quite, quedarse con el equipo. La familia encabezada por Jacobo Payán que declaró para un medio de comunicación de San Luis llamado Plano Informativo en noviembre de 2016 “vamos a tener un equipo de futbol de nueva cuenta, para el próximo año” o bien, la familia de don Roberto García Maldonado (q.e.p.d.) dueños de la fábrica de chicles Canels, una de las más representativas de San Luis Potosí. 

Se acerca el final de los Jaguares de Chiapas y no será por una sabia decisión de la Liga; este equipo desaparecerá (si es que no desciende antes) porque algún empresario rescate este equipo, aunque hay que decirlo, se lo llevará a otro lado porque lo que han sembrado en Chiapas, desafortunadamente, son dudas y un desinterés que han hecho que este equipo esté en terapia intensiva.

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