La credibilidad del DT está en juego

Intrascendente por lo que está en juego, pero de muchos temas pendientes en la agenda será la próxima convivencia que tendrán los seleccionados nacionales. Pero sobre todo la credibilidad de Juan Carlos Osorio estará en juego, no existe margen de error. Reaparecer después de la masacre del 0-7 contra Chile en la Copa América no tiene más opción que convocar a los mismos, ponerlos en orden y hacer que entiendan de una buena vez lo que representa ser seleccionado nacional. Qué lastima que Javier Hernández no estará, la fractura en la mano no pudo ser más oportuna para no encontrarse con jugadores que tienen ganas de aclarar mucho de lo sucedido en la Copa América Centenario.

Perder en San Salvador ante un equipo desahuciado en la eliminatoria, por más que el Cuscatlán sea un infierno y los salvadoreños entiendan este tipo de partidos más como una guerra que como un partido, sería el acabar con el proceso del colombiano. Tienen la obligación de ganar no solamente a El Salvador, también lo deben hacer contra Honduras, pero la que será la principal labor es comenzar a levantar la confianza en su trabajo, primeramente hacia el interior del equipo y acto seguido, ante los aficionados. Hoy su trabajo es poco avalado y volver a darle certeza y rumbo a un equipo es una labor inmediata.

Queda claro que nada, por ahora y hasta que no clasifique sin sufrimientos al Mundial, podrá hacer olvidar la terrible humillación que sufrió México en Santa Clara cuando fue vapuleada por Chile. No fue un partido más como muchos de los ahí presentes opinaron. Ojalá así lo entienda Osorio y se olvide de la retórica barata para comenzar un plan de trabajo en el que tendrá que resolver sin tanta fantochada, situaciones como la lesión de Javier Hernández y Oribe Peralta.

Necesita manifestar, pero sobre todo aplicar toda la inteligencia con la que endulzó los oídos de los dirigentes del futbol mexicano y necesita hacerlo en la cancha, mostrar argumentos para pensar que aprendió de lo ocurrido. Que recuerde que en la posición en la que está, es y será el principal perdedor, pero también al revertir las cosas, puede ser el gran ganador. Los jugadores, por más actitudes de rock star que de futbolistas, por más bajo nivel que tengan, seguirán ahí porque son los que venden y los que lamentablemente mandan en este equipo.

Osorio llegará a este nuevo llamado con un nuevo plan de cómo se tienen que hacer las cosas. Ahí también debe tener mucho cuidado porque es sabido que a los futbolistas mexicanos ponerles disciplina es ponerlos en contra del entrenador. El reglamento que pretenden imponer no es nuevo, ya sucedió que cuando fue aplicado dejaron solo a Néstor de la Torre y fue despedido injustificadamente. Cuando un reglamento no se respeta y el directivo de alta envergadura solapa al jugador, nunca funcionará.

El hecho de que hoy no tenga la posibilidad de llamar a Javier Hernández hasta podría ser benéfico para los planes de Osorio. No tendrá a ese jugador que le mueve el vestidor y que alborota al resto de los seleccionados con cosas como las primas o querer hacer su voluntad en las concentraciones. Ahí ya va ganando el colombiano.

También tendrá que apoyarse mucho en los últimos partidos de Rafael Márquez, quien al parecer le ha entrado al papel de mantenerse del lado del entrenador, quizá por aquello de que si las piernas no le dan para llegar en activo a Rusia 2018, pueda hacerlo como uno de los auxiliares de Osorio, para iniciar así, la carrera que sigue al ya no poder jugar futbol.

Manejar bien los discursos hacia los medios y que finalmente llegan al aficionado que por ahora, le perdió confianza por la falta de manejo en se momento de crisis ante los chilenos, cuando se quedó pasmado en la zona técnica y después salió a dar una serie de explicaciones lejos de la realidad.

Eso ya no se le permitirá, sus palabras enredosas tienen que cambiar, ser concreto en conceptos, no seguir intentando “marear” con tanta y tanta palabra rimbombante sin tener profundidad de lo que realmente sucede en el interior.

En estos momentos, la persona de la que más necesita Juan Carlos Osorio es del propio Juan Carlos Osorio, que se baje de la nube de querer saberlo todo y enfocarse en hacer un futbol sin inventos ni cosas raras que ya lo enterraron una vez y si no corrige, lo pueden volver a enterrar, pero ahora para siempre.

Si no hay un recambio de jugadores, entonces señores seleccionados, a iniciar desde cero, porque no han ganado maldita la cosa.