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Opinión

La orfandad del deporte mexicano

2015-11-27 | Gerardo Velázquez de León
GERARDO VELáZQUEZ DE LEóN
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No es válido usar al deportista y tratar de poner a la opinión pública en contra por los intereses particulares, cuando lo que está en juego es el futuro del deporte en México. No se trata de tomar partido o calificar de buenos o malos a los dirigentes cuando la veracidad, la impunidad y la corrupción son los temas a trabajar y solucionar.  

Con olor a chantaje fue la carta que mandaron algunas federaciones al Comité Olímpico Internacional quejándose amargamente de intervención por parte del gobierno mexicano, cuando la realidad es que somos nosotros, los ciudadanos de a pie, quienes mantenemos con nuestro dinero destinado a los impuestos, la estructura de estas Asociaciones que tanto les molesta ser señaladas para comprobar gastos o explicar el por qué llevan años con el mismo presidente, sin que los resultados deportivos sean exitosos.

En la respuesta a dicha misiva, el director general adjunto del Comité Olímpico Internacional, Peré Miró, y el Miembro Delegado para la Autonomía, Patrick Hickey, fueron claros: “Como parte de esta operación y fructífera sociedad que debe establecerse para el beneficio del deporte, entre las autoridades gubernamentales y las organizaciones deportivas, a los CONs y las FNs se les puede conceder apoyo estructural, técnico y/o financiero de parte de las autoridades gubernamentales o públicas y/o pueden disfrutar de la delegación específica y los medios correspondientes de parte de las autoridades gubernamentales involucradas. En estos casos el CON y las FN deben, naturalmente, rendir cuentas ante las autoridades gubernamentales por el uso de esos fondos...” Es decir, el COI le está dando la razón a la CONADE.  

Dinero, poder, esos son los elementos en el guion de esta novela que nos lleva a entender que las Federaciones se han convertido en negocios personales, administrados por unos cuantos pero con complicidad de muchos y que cuando se trata de hacer cuentas con quien te financia intentas armar una guerra. No se entiende porque hay presidentes de federaciones que han eternizado en el poder hasta por más de dos décadas sin tener los resultados deportivos y/o económicos correctos. Es simple revisión debería ser cotidiana y no navegar con la bandera que el afectado es el deportista, cuando a los federativos lo único que les importa es el presupuesto, claro el que les da el gobierno, porque no son capaces de generar autosuficiencia. La única federación que no necesita a “papa gobierno” es la de futbol, que si bien la popularidad del deporte la hace un foco atractivo de inversión, también la han fiscalizado sus propios socios (propietarios de los equipos) y las cuentas siempre serán claras.

Esta “guerra” entre algunos presidentes de federaciones y la dirigencia de la CONADE es estéril, de poco nivel de debate y de simples descalificaciones. Ricardo Contreras, de la federación de boxeo, aseguró que a Alfredo Castillo se le quedó la costumbre de hacer autodefensas. Antonio Lozano aseguró que “la ignorancia de este señor (Castillo) no solamente es en el deporte, es en las reglas de operación para el cargo que fue designado”. Miguel Ángel Huerta, representante de los Paralímpicos, dijo: “el síndrome de Michoacán no sea una patología que le dure a Castillo toda la vida”. Alonso Pérez, de la federación de béisbol, lanzó las siguientes palabras “no sé si este señor esté enfermo o que es lo que le pasa”. Insultos, insultos y más insultos solamente porque se intenta poner orden en las cuentas del dinero que se les entrega y porque también se pretende lanzar una iniciativa de Ley para modificar la Ley de Cultura Física y Deporte.

A la muerte de Mario Vázquez Raña se quedaron en la orfandad, incapaces de entender la nueva época y sobre todo reacios a evolucionar. Pero lo peor de todo es que en este largo y desgastante debate, los deportistas no aparecen en escena cuando faltan solamente meses para los Juegos Olímpicos de Río 2016.  

 

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