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Opinión

La sorpresiva salida de Peláez

2017-04-27 | Gerardo Velázquez de León
GERARDO VELáZQUEZ DE LEóN
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En pocos lados son tan mediáticos los directivos de futbol como lo son en México. La nota de Ignacio Suárez, mejor conocido en los barrios bajos como ‘Fantasma’, en la que confirmó la salida de Ricardo Peláez de la presidencia deportiva del América, causó conmoción en todos los medios especializados, polarizó a comentaristas, analistas, reporteros, en fin, nadie habló ayer de otra cosa.

Ricardo fue un estupendo presidente deportivo en el América. Llega cuando este equipo había vivido el periodo más oscuro de su historia  bajo el mandato de Michel Bauer, un presidente que mostró constantemente que no tenía idea de lo que era ese puesto. 

Llegó en el momento preciso, cuando la remodelación de un equipo se necesitaba y cuando le fue encomendado el proyecto a Yon de Luisa. Magnífica mancuerna, por fin, Emilio Azcárraga encontraba una dupla al estilo Emilio Diez Barroso -‘Panchito’ Hernández, este último legendario directivo del América que había iniciado con otro histórico presidente ganador como lo fue Guillermo Cañedo-. 

Antes de la llegada de Yon de Luisa-Ricardo Peláez, pasaron por ahí: Pablo Cañedo, un año; Alejandro Orvañanos, un año; Raúl Quintana, un año; Javier Pérez Teuffer, cinco años y un título (Verano 2002); Guillermo Cañedo White, cuatro años y un título (Clausura 2005), y el mencionado Michel Bauer.

Regresar el protagonismo y hacer del América un equipo ganador fue el objetivo que le trazaron y lo consiguieron, hasta que vino la maldita eliminatoria de Concacaf que ordenó romper con el proyecto amarillo, el que idearon junto con Miguel Herrera. 

Se fueron dos de los tres artífices de ese renacimiento americanista a un repechaje y a un Mundial de futbol. Peláez regresó después del Mundial pero muy rápido hubo cambios en Televisa y las cosas no fueron iguales. Yon de Luisa se fue a principios de 2015 a dirigir Televisa Deportes y José Romano ocupaba un protagonismo muy marcado en el equipo. Era el único equipo de futbol en México que tenía dos presidentes.

En Brasil se rompió con Herrera, demasiado protagonismo de ambos que nunca entendieron que tenían que trabajar en equipo. 

Es por eso que, ante la inminente llegada de Miguel Herrera, Peláez se va, seguramente porque no está de acuerdo en que le impongan al entrenador cuando en el papel es su trabajo decidir, para bien o para mal, quién es el responsable del banquillo. 

El tener a dos jefes afectó al equipo, a un desgaste natural. Porque si bien ya coexistían en la era de Yon de Luisa, siempre estuvo perfectamente entendido que el jefe era el hoy presidente de Televisa Deportes, y por ende un respeto a la institución y a las funciones individuales. 

Todo eso se acabó gracias a la avaricia y a la sed de poder. Peláez asegura que descansará, decisión que fue tomada junto a su familia y que nada tiene que ver con una posible mala relación con el presidente operativo, José Romano. 

Pero es evidente que algo pasó, no es normal una salida tan repentina, claro que no les pagan para que sean amigos, sino para que den resultados y hasta ahora lo hicieron, aunque hay que decir que algunos choques que tuvieron fueron evidentes.  La duplicidad en el poder fue un error. 

Ricardo será un directivo altamente codiciado. Sobrarán equipos que le ofrezcan trabajo y ya será tiempo de tomar una decisión, aunque lo más lógico sería que llegara a la dirección deportiva de la Selección Nacional. 

No será pronto, pasarán meses, quizá pueda darse después del Mundial de Rusia, pero ése es el destino de Peláez, quien por ahora ha dejado una importante marca en el América. 

Considerarle y colocarlo dentro de los cinco directivos más importantes de la historia de ese equipo no es descabellado, es más, sería merecido.

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