Qué triste ver un partido así
Tocaron fondo. Qué raro es ver tantos espacios vacíos en las tribunas de un estadio en Estados Unidos para un partido de la Selección Mexicana de futbol. Pero el público del sur de Florida tiene razón, es más: los 11 mil ilusos y entusiasmados aficionados que llegaron al hermoso Marlins Park, sabían que lo que verían no era más que arraigo, convivir con sus paisanos, porque de futbol nada, absolutamente nada serio.
Juan Carlos Osorio debe exigir rivales de calidad, no un grupo de niños que se juntaron con cuatro días de anticipación para viajar a Florida a intentar convencer a SUM y a los que pagaron boleto, que eran una selección nacional. No, ya no es válido que engañen así a la gente y que también se timen a ellos mismos, porque este partido no sirvió para maldita la cosa.
La Selección Mexicana no se agotó “la canasta de los huevos de oro”, pero si no hacen algo para remediar el papelón que ofrecieron la noche del miércoles en Miami perderán dinero y, sobre todo, credibilidad.
Exigir rivales de calidad, jugar en estadios de futbol, no negociar convocatorias, asimilar que a la Selección Nacional deben ir los mejores jugadores del país, exigir al promotor seriedad, sí, seriedad. No puede permitir la Femexfut que se haga publicidad con Chicarito, Peralta, Layún y Guardado sólo para vender boletos. Al final es la imagen del futbol mexicano la que está en juego, no la de SUM, no la del promotor millonario de partidos en Estados Unidos.
Molero, patético, insignificante, intrascendente, sin valor, ingenuo, fraudulento, inimaginable, de terror; en fin, para este tipo de partidos sí hay muchos calificativos y, de seguir aceptando esto por parte de la Comisión de Selecciones Nacionales, las burlas, los memes y la risa será mas frecuente que un partido serio de futbol.
