Tóxico, un jugador muy tóxico
Ni el grupo de periodistas alineados a su exrepresentante pueden salvar la imagen de Carlos Salcedo, el futbolista de Chivas que siempre ha estado sobre un ladrillo, un jugador que no marca diferencia en el campo, uno más, un simple defensa que se siente ser una superestrella.
La carta que envió vía redes sociales manifiesta el desequilibrio emocional que hoy vive. Los medios de comunicación no tienen por qué meterse en la vida personal de los futbolistas y los futbolistas no tienen por qué ventilar cosas como una demanda de paternidad. Pareciera que todo lo que este muchacho busca es llamar la atención.
Pero el joven no es el único culpable de la situación que vive. Su padre, en la figura de representante, no de familiar, tiene mucha responsabilidad de lo que hoy es una novela que al único que perjudica es al jugador.
Es sabido que el padre de Salcedo tenía un grupo de prensa pagado, al que les compraban con mercancía de la marca de ropa que lo patrocina y hasta les solventaba los viajes a las coberturas con la selección Sub 23, incluso cuando fueron a Miami al México vs Senegal con la Selección Mayor.
Esto se les salió de control y cuando necesitaban vender una nota del muchacho, aunque estuviera mal futbolísticamente, hablaban a las redacciones de los medios a exigir lo que habían pagado y cuál era su sorpresa, que los mandaban a volar.
Lo que salía en los medios vía el pago de su padre se convirtió en historias que Salcedo se creyó y ahí fue cuando se perdió, mucho daño le causó vivir en una burbuja artificial... Luego rompió con el señor Salcedo como promotor, historia que repitió con otros dos agentes en México, a quienes exigió llevarlo a Europa de manera inmediata y quienes no le aguantaron los gritos. Ahora ha recurrido a una agencia de Estados Unidos.
Lo mismo ocurrió en el vestuario de las Chivas. Salcedo tuvo problemas con Omar Bravo, mismos que negaron en su momento y que ahora ventiló en esta famosa carta con la que solamente quiso llamar la atención una vez más.
Esto va más allá del Guadalajara, Salcedo es uno de los 18 jugadores que representarán a México en Río 2016 y en estos momentos no tiene el nivel futbolístico y psicológico para serlo. Salcedo no tendría que estar con la Selección Olímpica, pero ya está en la lista y ni hablar.
Sin embargo, el titular tendría que ser César Montes y del otro lado Jordan Silva. No hablamos de un Rafael Márquez ni algo que se pueda acercar a esa figura de liderazgo que puede empujar a una selección en momentos complicados. Al igual que en su equipo, si participa o no, da igual, no es indispensable.
Uno de los más beneficiados de que Salcedo vaya a Juegos Olímpicos será Matías Almeyda. El técnico del Guadalajara tendrá el tiempo para recuperar a la pareja de centrales que forman Alanís y Pereira, con lo que este muchacho irá a la banca y ojalá con eso entienda que no es la estrella que su padre quiso hacer y que él se creyó, hasta caer en lo ridículo.
