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Opinión

Un futbol sin valores que debe cambiar

2017-03-16 | Gerardo Velázquez de León
GERARDO VELáZQUEZ DE LEóN
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En un futbol sin valores como es el mexicano, donde sus protagonistas hacen lo que sea, legal o ilegal para sacar provecho, para tener razón y nunca mostrar autocrítica, la próxima jornada debe ser revisada a detalle y más el comportamiento de los silbantes ante las crisis, la de los federativos, la de algunos futbolistas y, por supuesto, la de los directivos que defienden, aunque sepan en el fondo que se equivocaron.

La falta de valores se muestra al reconocer que una cédula que tenía la palabra “agresión” fue interpretada distinto a la realidad solamente para aplicar el castigo que se le pegó la gana a la cúpula de la Femexfut. Sin valores cuando los silbantes, en vez de conocer a fondo los recursos existentes para apelar decisiones de la Comisión Disciplinaria, decidieron parar sin que todos los agremiados a la AMA estuvieran de acuerdo y sin medir las consecuencias. Sin valores cuando se escucha a un directivo defender a un futbolista que agredió a una autoridad porque mezquinamente así conviene a sus intereses. Hasta la preocupante ausencia de valores cuando se escucha a un comunicador afirmar que hubo “muchos mentirosos con micrófono” cuando horas más tarde el presidente de la Federación aceptó lo que estos ‘mentirosos’ habían señalado puntualmente.

El entorno que tiene el futbol profesional debe ser un ejemplo para la sociedad. Es tan fuerte el arraigo y penetración de este deporte que deben ser sus responsables muy hábiles para mandar mensajes correctos. Es cada vez más frecuente en las ligas infantiles y juveniles encontrar reclamaciones a los silbantes por parte de los niños, entrenadores y padres de familia. Hacen lo que ven en la televisión porque al fin y al cabo, si a los profesionales se les permite, por qué a ellos no. El futbol profesional es un negocio y hay muchos negocios exitosos que se basan en los valores; ojalá lo entiendan.

¿Por qué después de las agresiones de Aguilar y Triverio, la Femexfut no lanza una campaña entre sus afiliados para parar la violencia? ¿Por qué no aceptar que no van por el rumbo correcto en esos temas tan profundos, pero a la vez tan olvidados?

En cuanto a lo que se vivió en la reanudación del futbol, en los dos primeros partidos de la Copa hubo dos escenarios completamente diferentes. Mientras en el Santos vs Cruz Azul Adonai Escobedo buscó el diálogo y no tuvo tantos problemas con los elementos de ambos equipos, en el Xolos vs Morelia Eduardo Galván intentó arbitrar bajo esta dinámica con resultados diferentes. A Galván se le fueron encima algunos jugadores de Tijuana y Monarcas después de algunos señalamientos que no sintieron adecuados. El propio Miguel Herrera se fue de la boca contra el silbante y el cuarto oficial, Óscar Mejía, sin que viniera una sanción al respecto. Luego, Guido Rodríguez le mentó la madre al central, lo mismo que Mario Osuna y nada.

Para la Jornada 11 ninguno de los cabecillas del movimiento, los que se creen los caudillos del futbol mexicano porque lograron parar la Liga, estarán presentes. Ni Roberto García, ni Paul Delgadillo, ni Paco Chacón pitarán este fin de semana porque no están físicamente aptos para realizar su trabajo, ése cuya honorabilidad defendieron a capa y espada, pero que han descuidado en más de una ocasión respecto a lo que les corresponde, que es mantenerse en forma.

Tampoco estará Fernando Guerrero, quien tiene un problema grave tras alterar un estudio nutrimental, por lo que será Marco Ortiz quien pitará el Pumas vs América.

Fernando Hernández tendría que estar en este duelo en el Olímpico Universitario porque su capacidad le da esa posibilidad. Sin embargo, volvería a ir a un partido con el América y esto seguramente no caería nada bien al equipo que dirige Ricardo La Volpe, lo cual no es para nada justo ya que el señor solamente hizo su trabajo, redactó lo que sucedió en la cancha y de todos estos personajes que han tenido unos meses de oscuridad es el que mejor se ha desempeñado.

En ese duelo habrá reclamos; la cuestión será saber la magnitud de los mismos y de qué manera reaccionará Ortiz ante uno fuera de tono o mentada de madre. Hay que recordar que con los Pumas, Matías Britos también ha tenido sus exabruptos con los silbantes y hasta contacto físico, sin que se hiciera tanto escándalo.

No será una jornada sencilla para los árbitros después de todo lo ocurrido. Estarán de nueva cuenta con los ojos de todos encima y cualquier error, por mínimo que parezca, se magnificará para decir que son malos en su trabajo, algo que ya sabíamos y que no tienen nada que ver con lo que hicieron el fin de semana anterior.

Valores señores, valores. Recuerden que sus hijos, sus nietos, ven en ustedes el comportamiento a seguir.

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